Por Ernesto Amaya
A pesar de haber ganado las últimas subseries particulares (2-1) frente a Matanzas y Mayabeque respectivamente, solo un milagro podría clasificar a Pinar del Río entre los ocho primeros del torneo y buscar un puesto a la segunda fase en los comodines.
Los vueltabajeros tienen balance neutro de ganados y perdidos (21-21) y están anclados en el décimo lugar a tres juegos del octavo que lo ocupa Industriales (22-18).
¿Qué tendría que pasar para que Pinar clasifique? La respuesta es bien complicada. Las opciones matemáticas son varias y cualquier cosa puede pasar, pero las variantes objetivas están bien distantes.
La tropa de Alfonso Urquiola está obligada a barrer a los piratas de la Isla de la Juventud en el estadio Capitán San Luis, si eso sucediera, tendrían que esperar a que Industriales pierda cuatro de los cinco juegos que le quedan (tres ante Artemisa y uno frente a Villa Clara y Granma respectivamente). Tarea dura, pero en el deporte nada está escrito.
Otra de las variantes que se pudiera dar es que Granma caiga en tres de los cuatro partidos que le restan (tres frente a Ciego y uno ante Industriales) y así ambos conjuntos quedarían igualados con 24-21 pero los Vegueros se llevaron el compromiso particular y pasarían como octavos al playoff del comodín.
¿Cuál de las opciones sería más propensa a suceder?, creo que ambas, pero el acertijo es bien complicado y la realidad dicta que solo un milagro daría un vuelco a la incómoda situación que viven los muchachos de occidente.
De algo estamos claros, las probabilidades existen y de vez en cuando funcionan. Mientras exista una brecha para el éxito hay que pelear, porque como decía el destacado pelotero Yogui Berra “esto no se acaba hasta que se acaba” y no sería la primera vez que Pinar resurja como el ave fénix.