Por Yanio Zulueta
Según fuentes allegadas al equipo Industriales, la movilización que se pretendía hacer para realizarle pruebas PCR en busca de posibles casos de COVID-19 se suspendieron este jueves, debido a un rebrote en La Habana.
Con 15 casos confirmados en esta jornada Cuba, todos en la capital, la crítica situación no sólo afecta al béisbol o al deporte cubano, también al futuro de la nación. A diferencia de otras provincias donde ya no se han registrado casos hace más de dos semanas, como era de esperar al ser capital al fin de un país, La Habana continúa siendo el principal foco de infección de la COVID-19 en “La mayor de las Antillas”.
Pactada ya en vano para este viernes, la prueba PCR (Reacción en cadena de la polimerasa), que consiste en recoger muestras (secreciones) de la nariz o partes posteriores de la garganta del paciente, para luego ser procesados en un laboratorio, tendrá que esperar.
La preselección de 52 atletas de los “Azules” iba a ser sometida a las pruebas para descartar casos de COVID-19, cuando ya se anunció precisamente este jueves que, menos las provincias de La Habana y Matanzas, todas las demás entrarían en la llamada fase “uno” de la PostCOVID-19. Este miércoles, también se conoció la posible fecha de comienzo de la 60 Serie Nacional, que se desarrollaría en el marco de la fase “dos”.
Según informó en su cuenta de Facebook el comentarista del programa “Bola Viva”, Carlos Hernández Luján, se pretende que los equipos arranquen sus entrenamientos de cara al clásico nacional el próximo 3 de agosto. Y, como expuso antes a www.jit.cu el director nacional de béisbol, Ernesto Reynoso, «la Serie siempre comenzaría seis semanas después de la preparación».
O sea, tal y como se anunció, la fecha tentativamente pactada es el 12 de septiembre, con un formato de 75 juegos y sin refuerzos durante la temporada regular. Se jugarían subseries de dos y tres partidos, con relación de descansos/traslado cada lunes y viernes.
Efectos de la COVID-19: Un problema en el horizonte
La primera situación penosa, es que la Federación Cubana de Béisbol ni siquiera se preocupa por dar la cara o tomar cartas en el asunto. ¿De qué se trata? ¿Cuáles son las nuevas preocupaciones que salen a la luz? Simplemente, la situación desventajosa que podría afectar tanto a Industriales como a Matanzas.
Diariamente, podemos ver diariamente con gran facilidad en Redes Sociales, los jugadores de varias provincias están entrenando y haciendo ejercicios en los estadios. Eso es algo razonable, sobre todo por el nivel de “supuestos pocos casos” de COVID-19 en varias provincias centrales y orientales, pero la FCB debe tomar cartas en el asunto: O todos los atletas tienen la posibilidad de entrenar en sus estadios, con medidas o no—porque no creo que esto esté siendo tan ordenado como debe ser—.
Deben ponerse los puntos en las “íes” para ordenar este asunto.
Los atletas pueden entrenar en sus hogares, sí. Pero en una situación como esta, si ahora se permite que varios entrenen en los estadios —varios hasta sin nasobuco—, en cualquier momento los equipos en masa comenzarán la preparación y algunos obtendrán ventaja sobre otros. Y eso, al menos para Matanzas e Industriales, territorios de alto riesgo hasta ahora que ni siquiera han pasado a la fase “uno”, se convierte en un obstáculo para todos los peloteros y obviamente sus familiares.
Es cierto que queremos ya ver la Serie Nacional, aunque sea con estadios que acepten el 30% de sus capacidades. De eso no hay duda. Pero si esta situación continúa así, habrá que dilatar el tiempo de ese calendario esbozado para comenzar el 3 de agosto una posible preparación. Y si los casos siguen apareciendo, como los 151 de los últimos 15 días en La Habana, que significan el 7.07% de incidencia se la enfermedad (por cada 100 mil habitantes), será bastante difícil ver una recuperación poco riesgosa para pensar en el béisbol.
Entonces, ¿cuándo la FCB dará la cara y pondrá orden? ¿Cuándo haya 8, 9 o 10 equipos entrenando y otros sentados angustiados con sus familiares por la desgraciada pandemia de la COVID-19?
Esperemos lo mejor y, lo que estamos pidiendo a gritos: ¡Que sacudan la mata arriba! Cambio de Presidente y federativos, de protocolos inservibles. Que traigan a hombres de béisbol capaces de humanizar sus respectivas funciones y nos den fe, ¡en lugar de odio y temor por el futuro del mayor pasatiempo de todos los cubanos!