Por Kiara González
Aunque con admiradores y detractores, la periodista cubana Julia Osendi, siempre ha manifestado su parecer “sin pelos en la lengua”. Su dedicación al deporte, y en especial al de las bolas y los strikes, desde los estudios de la Televisión Nacional le hicieron de un prestigio y quizás, quienes escuchen sus verdades hoy, consideren que haya alguna contradicción en su manera de pensar.
Pero sucede que Julita, como prefiere ser llamada, es consciente de la situación actual del béisbol cubano, de los tiempos que corren y las posibles soluciones al gran problema que desde hace mucho se escapó de las manos de los decisores en la Isla.
La tercera entrega de Swing Caliente, producción exclusiva del Canal de Youtube de SwingCompleto, presentó el pasado miércoles, la versión de Julita sobre la posibilidad de que el equipo Cuba de béisbol clasificara a los Juegos Olímpicos de Tokio, pospuestos para el año próximo.
Su respuesta a la interrogante de partida fue directa: «Yo creo que Tokio se va sin la presencia de Cuba». Y con esta frase daba inicio a un debate que se convirtió en polémica en redes sociales.
«Ojalá me equivoque. ¿Qué más quisiera yo que equivocarme? Porque para mí primero está mi bandera», recalcaba Osendi, antes de adentrarse en sus razones.
Como muchos aficionados consideran, sobre todo entendidos en el tema, todo pasa por las carencias de una nómina capaz de hacer frente a los rivales de turno. Para ella «no hay equipo, no hay consistencia. No creo que de un día para otro salgan los tubeyes, los triples, los jonrones… No creo que de un día para otro la táctica del equipo cambie».
Y esto es algo que se repite, pues los resultados de los últimos años a nivel internacional hablan por sí solos. Entonces, Julita se refiere al manager del Team Cuba, Miguel Borroto (Subcampeón Nacional con Camagüey en la pasada campaña) y quien ha recibido más de una crítica solamente por las declaraciones una y otra vez se contradice.
«Por mucho que Borroto, quizás un tanto autosuficientemente ha expresado criterios que no se avienen con la calidad actual del conjunto», aseveró Osendi.
Y es que en buen cubano, a estas alturas del campeonato no podemos seguir creyendo que aún seamos una potencia deportiva y mucho menos que un equipo que tiene como base a una Serie Nacional deprimida en todos sus aspectos y por disímiles razones, pueda resultar competitivo siquiera a nivel de área. ¿Qué resultados vamos a esperar en una competencia de mayor rigor?
«Es un conjunto que no impulsa carreras, que cuando pone corredores en base no anotan. Un pitcheo endeble», describe Julita Osendi y se repite «Ojalá, pero no creo que haya calidad».
Distante a lo que han tratado de hacerles creer, sobre todo en los últimos tiempos desde que Borroto asumiera las riendas y se preparara una preselección rumbo al torneo clasificatorio –finalmente pospuesto-, «en ningún aspecto ese equipo Cuba logra cohesionarse. No es la sumatoria simple de sus eslabones, es situar los eslabones donde van», asegura Osendi, testigo presencial de muchos de los grandes resultados de Cuba en el béisbol internacional.
«Una cosa que nos falta y si no puedo dejar de decir, es el escrutinio a los demás, el escauteo del contratio», insiste Julita y agrega que «a nosotros nos conocen por todos lados, por donde bateamos, por donde corremos, por donde tiramos, por donde fildeamos. Y a ellos no los conoce nadie». Bueno en este caso, baste decir que, nosotros no los conocemos pues en el resto del mundo beisbolero esas son parte de lo cotidiano.
¿Cuál es la solución entonces? Al menos la que parece más fácil y la que muchos han pedido hasta el cansancio: un equipo con todos, los que están dentro y fuera de la Isla.
«Cubanos somos todos, todos nacimos aquí», asegura Osendi.
«Y si ellos (los que decidieron probarse en otras ligas) están en la disposición de jugar por las cuatro letras, quien soy yo para impedírselo. Vean el caso de Robertlandy Simon en el voleibol que ha pasado en el “Niagara en patines” para que pueda volver a llevar las cuatro letras en el pecho. ¿Por qué lo hacemos tan difícil caballero?», se preguntó casi en al final.
Convencida de que los tiempos cambian de la misma manera nosotros y que hay que ajustarse a las nuevas circunstancias, Julita pide que «Acaben de abrir, dejen de nadar contra la corriente. ¡Por el amor de Dios! Hay una época, un tiempo, un período pero eso ya pasó. ¿A quién mataron? ¿A quién ofendieron? ¿A quién robaron? ¡Por favor!».
Si algo positivo hizo la pandemia del coronavirus fue alargar el sueño de quienes deseamos ver nuevamente a Cuba en una cita bajo los cinco aros. A estas alturas ya sabríamos el resultado de la competición que debió celebrarse entre el 22 y el 26 de marzo pasado en Arizona. Un preolímpico en el que muy pocos, solo los más optimistas, dan a Cuba con posibilidades de hacerse con un cupo.
El evento deberá ser reprogramado y mientras tanto queda tiempo para repensar mejor las estrategias e incluso para tomar decisiones que, en el mejor de los casos, permitan a jugadores contratados en diferentes ligas del mundo (con mejor nivel que la actual Serie Nacional) hacer el grado para representar a Cuba en el proceso clasificatorio.
Para que disfrute del tercer episodio de Swing Caliente (disponible todos los miércoles a las 8 pm, hora de Cuba) acceda al siguiente enlace, déjenos sus comentarios y suscríbase a nuestro Canal de YouTube para otros estrenos.