Armstrong Muhoozi es el segundo jugador ugandés en los últimos tres años en firmar con Pittsburgh Pirates y apenas el quinto que lo hace con un equipo de Major League Baseball (MLB).
El jueves 16 de enero, durante la segunda fecha del período de firmas internacionales, la franquicia de Pittsburg Pirates firmó al joven prospecto de 17 años de edad, Armstrong Muhoozi. De acuerdo con un publicación en la red social “X” por parte del periodista Francys Romero, el jugador que puede desempeñarse en el cuadro y los jardines tuvo una oferta de bonificación de 40.000 dólares.
Como mencioné anteriormente, Armstrong Muhoozi es el segundo pelotero nacido en Uganda que es firmado por Pittsburgh Pirates. El primero fue el lanzador derecho David Matoma, a quien ficharon en 2023 y registró una efectividad de 0,47 en 38.2 entradas de actuación en las ligas menores. Los Angeles Dodgers desde 2022 cuentan en su organización con otros tres jugadores nacidos en esa nación africana.
Mediante una reciente publicación en “The Athletic”, se pudo conocer acerca de las dificultades que ha atravesado Armstrong Muhoozi para practicar béisbol en su país natal. El talentoso “pelotero ugandés” camina largas distancias por una carretera polvorienta cuando sale a entrenar y luego sigue hacia un gimnasio local donde, por el equivalente a 1,35 dólares por sesión, puede mejorar sus músculos, incluso cuando no puede permitirse comidas completas.
El ídolo de Armstrong Muhoozi es el fenomenal Mike Trout
De acuerdo con “The Athletic”, por la noches, Armstrong Muhoozi se recuesta en un colchón sobre el suelo de una habitación que comparte con su familia (su madre, cinco hermanos y primos) con el brillo de su teléfono en la cara mientras busca en Internet videos del swing de su ídolo, el jardinero central de Los Angeles Angels, Mike Trout. Sin dudas, uno de los peloteros más completos que ha pasado por MLB.
El bono de 40.000 dólares por el que firmó Armstrong Muhoozi con Pittsburgh Pirates es casi 70 veces el ingreso anual medio de sus compatriotas ugandeses. Firmar este contrato de ligas menores por siete años es el primer paso de lo que espera que sea un viaje en el béisbol que lo lleve desde un campo improvisado con vista al Nilo al otro lado del mundo, hasta las orillas del Allegheny.
Con un poco menos de 5 pies y 10 pulgadas de altura, Armstrong Muhoozi no es un espécimen corpulento que no se pueda perder. Al vivir en Uganda, donde el béisbol sigue siendo en gran parte desconocido, los campos y el equipo son escasos y las ligas son aleatorios e irregulares, no se ha enfrentado al desafío del pitcheo de alto nivel que los jugadores estadounidenses en las ligas itinerantes han estado luchando durante su adolescencia. Su reto será mucho más complicado, pero tampoco imposible de superar.
Las herramientas de Armstrong Muhoozi llamaron la atención del cazatalentos internacional de Pittsburg Pirates, Tom Gillespie, a quien le enviaron un video a principios del año pasado. El chico tiene un cañón en su brazo de lanzar, registrando más de 95 mph en el radar portátil, corre a gran velocidad y conecta con soltura las pelotas que le lanzan con suavidad. El futuro dirá hasta donde podrá llegar en el béisbol, la oportunidad de superarse y cumplir su sueño, ya le llegó.
