Por Swing Completo / contacts@swingcompleto.com
En la mañana de este lunes 17 de abril, la periodista cubana Julita Osendi fue víctima de un robo en La Habana, Cuba. Fue en Malecón, frente al Paseo del Prado, cuando le «arrancaron el teléfono de sus manos (…) con un nivel de violencia inescrupulosa». Esto según publicó en Facebook, Sady Castellón Mirabal. La información se corroboró con la propia afectada.
«Ya avisamos a la policía y quiero confiar, pero veo tibieza», agregó Castellón en su publicación.
Te puede interesar: EXCLUSIVA: Julita Osendi DESMINTIÓ acusaciones sobre VENTA ILEGAL de archivos del ICRT
Un rato después de lo ocurrido, la propia Julita Osendi compartió el siguiente mensaje en su cuenta de Facebook, el cual reproducimos, por su importancia:
Saludos amigos. Los estoy saludando por pura casualidad porque ahora mismo es para que estuviera siendo atendida en un cuerpo de guardia de un hospital. Seré breve: disfrutando de cinco tristes minutos en el malecón junto a Sady, después de salir de la Embajada de España, fui asaltada por un muchacho al que vimos muy bien pues estaba sentado en el malecón, al parecer observando las olas rompientes.
Era negro como el ébano, vestía muy bien: enguatada rosada, bermudas claras, tenis, gorra y buenas gafas ¡vaya! un dandy.
Estuvimos todo el tiempo atentas a las mochilas pero, indiscutiblemente, este tipo de delincuentes son graduados universitarios en hurto, despojo, robo con fuerza…De pronto, en medio de nuestro estupor, me arrebató mi móvil, mi herramienta de trabajo, que contenía ocho mil fotos familiares y cinco mil contactos amén de las fotos de los deportistas y entrenadores que entrevisto a diario.
Sady corrió y pidió ayuda y los tres hombres que estaban en la acera de enfrente pusieron sus manos en posición de «yo no fui» y el veloz corredor cual campeón olímpico del hectómetro, desapareció.
Te puede interesar: CALENTÓ LAS REDES Julita Osendi: «Yo no quiero pensar mal, pero…»
Inmediatamente llamé a la PNR, me atendieron correctamente y me dijeron que «ya salía la técnica». Eso fue sobre las 9,30 am . Ya cerca de las 11 y tras repetir la llamada, abandoné el lugar. Ilusa yo que pensé que habiendo vista su peculiar indumentaria, de actuar rápido la policía quizásse hubiese podido recuperar mi móvil.
No quiero hablar de más porque a lo mejor a esta hora están consultando las cámaras del hotel Paseo del Prado pero pienso que la inmediatez al igual que en mi trabajo, es básica.
Conclusión: NO SE PUEDE SALIR, MENOS UNA MUJER DE LA TERCERA EDAD; NO EXISTE UN SOLO POLICÍA QUE PUEDA APOYAR EN UNA SITUACIÓN ASÍ (PASARON DOS EN MOTOS ELÉCTRICAS QUE NO HABÍAN RECIBIDO NINGÚN AVISO DE LA JEFATURA) Y TERCERO: ¡AQUÍ NO HAY QUIEN VIVA! y no es la serie española precisamente. DE VERAS ¡CUÁN ARREPENTIDA ESTOY POR LOS AÑOS PERDIDOS!
Te puede interesar: HABLÓ Julita Osendi: «Entré en contradicción con varias cosas, era demasiada la presión»
¡AH! y no se pierdan las fotos que Sady realizó del lugar del despojo desde la acera de enfrente y los basureros asquerosos y los derrumbes que pululan en la muy querida zona del malecón.