Por Juan Páez / @jmanupz
Un terrible comienzo de campaña con el bate hizo que los Azulejos de Toronto enviaran a Lourdes Gurriel Jr. a las menores (AAA) para que trabajara en su ofensiva y corrigiera algunos aspectos de su defensiva. Esto (y quizás un problema físico) se veía venir no solo por sus números tradicionales, sino algo que prendió las alarmas de los canadienses.
Los batazos de “Yunito”, quien solo dio siete hits en 13 compromisos, registran una pobre velocidad de salida de 82.7 millas por hora, la duodécima cifra más baja entre todos los peloteros que acumulan al menos 20 apariciones al plato en 2019 en las Grandes Ligas.
Algo terrible para Gurriel Jr. es que su porcentaje de líneas decreció de 23.7 por ciento a 14.3 por ciento con respecto al año pasado, mientras que su porcentaje de elevados aumentó de 33.2 % a 42.9 %, algo bastante negativo para un hombre con tan baja velocidad de salida, debido a que la mayoría de esos elevados se traducirá a mansos flies a los jardineros o al infield.
Para muestra, un botón: su porcentaje de conexiones suaves subió considerablemente desde el año anterior, al pasar de 15.5 % a 39.3 %. Al combinarse con el hecho de que su porcentaje de impactos fuertes bajó de 30.6 % a 21.4 %, es un duro golpe a la ofensiva del nacido en Sancti Spiritus.
Es indefinido el tiempo que el infielder pasará en las sucursales de su organización y, aunque el futuro parece brillante para él, debe apurarse para ser uno más de la tremenda camada de prospectos que atiborra el futuro de los Azulejos.