¿Qué versión de Leslie Anderson veremos en su posible regreso al team Cuba?

Daniel De Malas Andreu

Actualizado en:

Por Enrique Rey / contacto@swingcompleto.com A las 11:28 de la noche del pasado 3 de enero, no solo los Toros de Camagüey se habían puesto delante 9-6, para marcar las carrera de la victoria contra Industriales en un abarrotado estadio Latinoamericano con más de 60 mil espectadores: Al mismo tiempo, la última línea de Leslie…

Por Enrique Rey / contacto@swingcompleto.com

A las 11:28 de la noche del pasado 3 de enero, no solo los Toros de Camagüey se habían puesto delante 9-6, para marcar las carrera de la victoria contra Industriales en un abarrotado estadio Latinoamericano con más de 60 mil espectadores: Al mismo tiempo, la última línea de Leslie Anderson, que chapeó la hierba del rightfield cuando haló al primer pitcheo una recta de 92 mph de Andy Rodríguez, redondeó la primera gran jornada del veterano jardinero camagüeyano.

¿Por qué? Simplemente porque, con ese cuarto hit, para irse de 4-4, tras sonarle al pitcheo azul sencillo, jonrón —boleto intercalado— y doble, Leslie cerró su gran juego de la 59 Serie Nacional: El único donde combinó 4 hits, 5 remolcadas y par de extra bases. Y, lo más especial de todo eso, luego de promediar apenas .274 con sólo dos bambinazos en 215 turnos durante el circuito regular, era que estaba impulsando a los Toros sobre un rival que le había ganado fácilmente sus últimos siete matchs.

Luego de aquella noche, Leslie parecía indetenible, ajustado como se esperaba desde que regresó a vestir el uniforme de los Toros de la Llanura. Al final de la semifinal, el “Lele” bateó de 12-5, promediando .417, con seis remolcadas decisivas que influyeron para que los agramontinos barrieran 3-0 a los Leones.

Sin embargo, esa brillantez y el alcance de sus ajustes se desvanecieron un poco contra los disparos de los pitchers matanceros en la final: El ya icónico e idolatrado número “54” de Camagüey, se fue de 14-0 tras sacudir dos hits en el Juego 1.

Luego, resucitó pegando de 4-2 en el Juego 5, cuando los Toros vencieron 9-6 para obligar el regreso de la final a sus predios del parque Cándido González. Y, en el match final, se despidió de 4-2, para completar una admirable actuación en los playoffs: Bateó .314, remolcó nueve carreras, con 3 dobles, un jonrón, 5 anotadas, 4 boletos y 6 ponches.

En 40 turnos, su slugging de .486 fue realmente bueno, pero he aquí la contradicción y, quizás, lo que también podría ser su duda: Después de un campeonato donde Leslie bateó apenas .274, cuando esperamos que superara el nivel del pitcheo en la 59 Serie Nacional, ¿qué versión mostrará en el plato?

¿Podrá subir de nivel y encabezar el lineup? ¿Esta vez le alcanzarán los ajustes?

Pronto lo sabremos. Sí, porque su inclusión en la preselección fue, sobre todo gracias al impacto con Camagüey en los playoffs, porque ya está probado que su rendimiento ni siquiera sobrepasó la media en la temporada regular.

A los 37 años —cumplirá 38 el próximo 30 de marzo—, veremos si Leslie primeramente se gana su inclusión y, luego, es capaz de entregarnos lo mejor de su aprendizaje durante los años que pasó en las Menores.

El reto es alto y, ahora, una década después de cerrar su hoja de servicios sin remolcadas en 14 turnos durante los Clásicos Mundiales de 2006 y 2009, aún nos quedan dudas.

Vale señalar que su veteranía podría ayudar en el team Cuba que, para mi gusto, cuenta con demasiados “designados”. Próximamente, ya se verá en qué estado de forma está el “Lele”.

Sí, esperemos su mejor versión.

Deja un comentario