Por Yasel Porto
El extraclase voleibolista cubano nacionalizado polaco Wilfredo León, no solo trasciende como deportista, sino que también lo hace más allá de la cancha y de un modo muy especial.
El santiaguero, considerado uno de los mejores del mundo desde hace varios años, se convirtió en copropietario de un club profesional de Polonia, el Anioły UMK Toruń -el club Angels of Toruń-, además de la Academia que lleva el nombre del destacado atleta del Perugia de la Liga Italiana.
Según la misma web del club, el cubano “participa en la construcción de la división deportiva, la preparación del entrenamiento para futuros equipos en todas las categorías, además de la creación de las estructuras y la visión de nuestra organización”.
Este era un viejo sueño de León, el cual nos había comentado en una entrevista que la realizamos hace tres años acá en Swing Completo. Incluso con el objetivo de convertirlo en un contendiente en el país y con inserción en la liga de campeones del viejo continente.
“Ayer cerramos la primera temporada de Anioły Toruń junto a nuestros queridos patrocinadores. Gracias a ellos, pudimos crear un club estable y confiable. Nuestra ambición es jugar al más alto nivel un día, pero vamos paso a paso. Gracias a todos por su cooperación y espero que nuestra familia de Ángeles siga creciendo”, escribió en su cuenta de Facebook el subcampeón mundial de 2010 con la selección cubana, y que sigue recuperándose de una intervención quirúrgica.
León se alista para participar en el Campeonato Mundial que se celebrará en Polinia y Eslovenia desde finales de agosto. Por cierto, que en la competición estará presente Cuba, plantel que concursará en el grupo de Brasil, Japón y Qatar.
El estelar opuesto debutó con Polonia en 2019, convirtiéndose en la estrella de uno de los equipos más competitivos del mundo. Ya eso lo invalida de cualquier intención futura de volver a vestir el uniforme nacional.
León se convierte así en el primer voleibolista cubano que incursiona como empresario en su propio deporte, aunque con apenas 28 años todavía le queda un mundo por delante en el llamado deporte de la malla alta, en el cual algunos lo consideran el mejor atacador del planeta.