Una de las noticias que impactó al público seguidor del beisbol cubano se relacionó con la decisión que tomó el lanzador Yariel Rodríguez sobre el Equipo Cuba al Clásico Mundial. En entrevista exclusiva a nuestro medio SwingCompleto, expresó de manera convincente que está dispuesto a volver a integrar las filas del equipo nacional de la Mayor de las Antillas. Esto, si las autoridades deportivas en el país así lo consideran.
Esta actuación chocó frontalmente en la mente de muchos seguidores del beisbol cubano. De forma inmediata, empezaron los debates en redes y se desempolvó una historia del pasado. Esa que puso a Yariel en tela de juicio ante la Federación Cubana, metiéndolo al saco de los inelegibles. Además, de alguna forma, mostró la amnesia que se apoderó del atleta.
Es inconcebible que un deportista que vivió un enfrentamiento de una enorme magnitud con las autoridades del beisbol en Cuba, piense en retornar a un sitio en el cual estuvo a punto de ser demandado por una escandalosa cifra de dinero. ¿El deseo de integrar un Equipo Cuba es mayor que el respeto a sí mismo?. No parece Yariel Rodríguez un hombre sin principios, pero su respuesta suena fuera de lugar.
En el año 2023, el asunto que involucró al lanzador con una posible sanción económica retumbó entre fanáticos y especialistas. En aquel momento, Yariel escapó del país y aparentemente rompió su relación con el oficialismo del beisbol cubano. Esto ocurrió poco después del V Clásico Mundial de Beisbol, en el cual el pitcher cumplió un papel relevante en la rotación de los lanzadores caribeños.
YARIEL RODRÍGUEZ: DEL EQUIPO CUBA AL REPUDIO
La salida fue duramente criticada por los directivos de la isla, debido al acuerdo de trabajo que estuvo vigente en ese momento entre el lanzador y el club japonés Dragones de Chunichi. Los límites de las represalias parecieron exigentes en demasía y la amen*za fue el instrumento que se utilizó.

Los máximos responsables del beisbol cubano emitieron una nota oficial, en la cual arremetieron contra el jugador y comunicaron que en el caso en cuestión era posible entablar una demanda por daños y perjuicios. El propio documento reveló que el monto se ubicó en 10 millones de dólares, aunque la historia quedó en pausa después que el pitcher arribó a Estados Unidos y consiguió un acuerdo de trabajo con la franquicia de MLB Toronto Blue Jays.
Más allá del silencio que envolvió la situación no ocurrió ningún tipo de novedad, lo que resultó sospechoso. No obstante, algunas opiniones en redes indican que los nuevos acontecimientos pueden ser la prueba que hubo algún entendimiento. De forma solapada y fuera de los reflectores, ambas partes firmaron la paz. Solo así se explica como alguien que fue tratado como esclavo decida volver a las cadenas.
ACTITUD CUESTIONABLE DEL SERPENTINERO CUBANO
Yariel Rodríguez olvidó en sus palabras las sanciones tan brutales que soportaron muchos peloteros cubanos, por el solo hecho de intentar mejorar su economía y probarse en la liga más exigente del mundo. Las duras restricciones de ocho años sin volver a Cuba están aún latentes en los afectados, así como los adjetivos de traidores y gusanos que recibieron.

El lanzador se puso una venda en los ojos y decidió navegar en aguas turbulentas. La relación del mismo con el Equipo Cuba vivirá un nuevo idilio, pero este pasará por encima de la memoria de aquellos que fueron censurados y apartados por el régimen durante décadas. Si bien Yariel Rodríguez no se ha referido a ese tema en especial de manera pública, todos sus seguidores desean conocer el motivo lógico de la decisión tomada.
Creo que, independientemente de las diferencias que puedan existir entre Yariel y el gobierno cubano, se debe respetar la decisión del pelotero. Un equipo de béisbol no representa solamente al gobierno de un país, sino también y por sobre todo a su pueblo. Si él resolvió pactar la paces no es necesario alimentar los viejos conflictos, pues es evidente que hay un viejo sueño por cumplir en la mente del joven lanzador y tiene derecho a luchar por hacerlo realidad. Eso merece consideración, pues no todo el mundo tiene la capacidad de pasar por encima de las diferencias con el afán de lograr el fin anhelado. Debemos evitar que se convierta una una caja de resonancia la reacción de algunos seguidores frente cualquier dificultad que haya precipitado la salida de un pelotero cubano hacia ligas foráneas, sobre todo cuando existen decisiones personales en torno a tal situación que son las que en última instancia determinan la disposición del pelotero a volver a jugar con el uniforme de su país. El Clásico Mundial es un EVENTO DEPORTIVO, NO POLÍTICO. Si se tiñe de política desde las instituciones que lo patrocinan o las Federaciones que en él participan, es algo que no debiera lacerar nuestro juicio, creo que el respeto y la consideración a la opinión y la disposición del pelotero debe ser lo primero, pues ya habrá tiempo de referirse a las instituciones involucradas cuando éstas se pronuncien al respecto, es el pelotero el que en fin de cuentas se va a entregar en el terreno por su equipo y por su país. Me quito el sombrero ante Yariel, merece admiración. Volveremos a vernos.
Uds, como es normal, no entienden algo: su interés es Cuba, y no ciertos funcionarios implacables. Deben morderse la lengua antes de lanzar venenos…
Quisas sea de la seguridad del estado no me explicó cómo una persona que la tratan como traidor pueda querer jugar pelota para el equipo cuba.
No he oido a nadie decirle traidor a este muchacho. Solo hubo comentarios sobre la ruptura de su contrato y una multa a pagar por incumplimiento del mismo. Si se ponen de acuerdo con la FCB bienvenido sea. Ojalá pueda cumplir su sueño, la mayoria de los aficionados lo agradecerán y lo apoyarán.
Jugar por Cuba es una decisión personal, ahora vienen las presiones políticas por parte de la prensa de Miami para que no juegue por su país, con el único objetivo de boicotear el.equipo, la FCB solo sanciona al pelotero que abandona al equipo en una competencia, siendo una indisciplina grabe.