Por Alexander García
Muy pocos han aludido al tema y la verdadera noticia ha pasado desapercibida a los ojos de los entendidos; Yasiel Puig puede darle un giro de 180 grados a su carrera en suelo mexicano y lo puede hacer con las Águilas de Veracruz, el mítico equipo en el cual Martin Dihigo brilló durante su paso por el béisbol de México.
La historia parece abrirle las puertas del éxito otra vez a Yasiel Puig y es que por coincidencia, por una de esas coincidencias del destino, el cubano irá a jugar a tierras aztecas con las Águilas de Veracruz.
La noticia puede pasar con total normalidad, como la despedida de Puig de las Grandes Ligas o tal vez como el comienzo de su ocaso pero no, creo que la mística vuelve a acompañar al cubano y es que hace unos 80 años, allí en ese mismo lugar, el legendario Martin Dihigo, el mejor pelotero cubano en cualquier época, inmortalizó su leyenda.
Martin Dihigo y Yasiel Puig, Yasiel Puig y Martin Dihigo; Cuba, el béisbol, la pasión nacional, peloteros excelsos, los dos grandes, Don Martin único, El Inmortal, Puig cuando empezó con los Dodgers allá por 2013 lo tenía todo para llegar y ser, a sus 30 años creo que todavía puede.
La posibilidad de reescribir la historia está ahí, se pinta sola para Yasiel y sus capacidades como pelotero están intactas, como para darle siempre el beneficio de la duda.
A finales de los años 30 del pasado siglo, en 1937 para ser exacto, Martin Dihigo llega a México y su impacto fue tal que la misma Liga que según cuentan cronistas de la época, comenzó a tener mejor proyección en el aspecto mediático.
Hoy, con Yasiel Puig pasa algo parecido y la llegada del cubano ha acaparado todos los titulares; incluso el criollo ha vuelto a situar a las Águilas como un equipo con opciones en el torneo mexicano.
Si Dihigo cambió la historia por aquel entonces de las Águilas de Veracruz y fue el hombre grande como jugador y manager; Puig pudiera marcar la pauta en este 2021.
No digo que Yasiel pueda igualar o acercarse siquiera a Don Martín, no, eso es de locos; pero el cienfueguero bien puede enrumbar su camino como profesional y demostrar con creces todo su potencial como pelotero; al final, nadie sabe lo que pueda pasar pero las coincidencias, por esos vericuetos de la vida, pone a Puig en el mismo lugar en el cual 80 años atrás brilló el más grande.
Nos vemos a la vuelta.
