Por Juan Páez
Yasmani Grandal finalizó su mejor año en las Grandes Ligas de una muy buena manera. Aunque sus Cerveceros de Milwaukee se quedaron en el camino, al perder el juego del Wild Card de la Liga Nacional contra los Nacionales de Washington, el receptor se lució con el madero y jonroneó ante Max Scherzer, uno de los mejores lanzadores del béisbol. Esto podría aumentar las acciones de un pelotero que muy probablemente entre a la agencia libre por segundo año consecutivo.
Grandal, quien le dio fuerte a Scherzer para adelantar a los lupulosos 2-0 en el definitorio encuentro, no solo tuvo una actuación positiva con el bate.
Aparte de ser el único receptor cubano con cuadrangular en postemporada, su vuelacerca del martes lo convirtió en apenas el tercer catcher en la historia de su equipo en sacar la bola en playoffs, junto con Jonathan Lucroy (2011) y Ted Simmons (1981 y 1982).
También en el tercer careta con bambinazo en un desafío del comodín, lista que incluye a Russell Martin y David Ross, en 2013 y 2012, respectivamente.
Grandal comenzó la fiesta de octubre con el pie derecho, pero el relevo de los Cerveceros no aguantó a la toletería de los capitalinos y ahora deberán ver el resto de la cita decisiva por televisión.
¿Qué viene para Grandal?
El que ha sido uno de los mejores receptores de los últimos años en la Gran Carpa no es un inminente agente libre. En su contrato de un año tiene una opción mutua para 2020 por 16 millones de dólares, la misma cantidad de dinero que ganó este año. Ambas partes pueden rechazarla y muy probablemente sea el camino que tome el antillano.
Con 30 años (31 el 8 de noviembre) y una calidad indiscutible, Grandal tiene altas posibilidades de conseguir el contrato multianual que se le hizo esquivo en la pasada temporada muerta.
Viene de la mejor campaña de su trayectoria, en la que además se convirtió en un bateador mucho más selectivo y peligroso, y no es descabellado pensar que el nacido en La Habana pueda cerrar un acuerdo por tres o cuatro años y alrededor de 15 millones por campaña.
De conseguirlo, no estaría nada mal para un hombre que nunca había ganado siquiera $10 millones previo a este torneo.
Vale aclarar que Grandal tiene un «buyout» en su contrato y si los Cerveceros no quieren tenerlo en el 2020, tendrán que pagar 2.2 millones al cubano.
Se espera que sea una de las prioridades de Milwaukee y que ellos intenten retenerlo con un nuevo pacto.
Pese a eso, los dirigidos por Craig Counsell no la tendrían fácil: Yasmani sería uno de los peces gordos del mercado y, por ejemplo, según MLB Network, los Rojos de Cincinnati tratarán de hacerse de sus servicios.
Será un invierno largo para un hombre que espera tranquilo las ofertas que llegarán al despacho de su agente.