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La carrera de uno de los más grandes saltadores de triple que dio Cuba, Yoandri Betanzos, ejemplifica sin medias tintas los turbios manejos que imperan en el atletismo insular y, por extensión, el movimiento deportivo del país.
Por si alguien desconoce el palmarés del avileño, basta decir que el hombre fue un habitual de los podios mundialistas en la primera década del presente siglo, con subcampeonatos en las citas al aire libre de 2003 y 2005, así como en el certamen techado del año 2010.
Como si esto fuera poco, a lo anterior hay que sumar sendas preseas de bronce en los eventos planetarios indoor de 2004 y 2006. Sin embargo, tanto mérito no fue suficiente para ponerlo a buen recaudo de las intrigas, malas vibras y decisiones arbitrarias que proliferan en el hoy desvencijado campo y pista de la isla .
Yoandri Betanzos tenía mucha gente en contra
En una entrevista que me concedió para Cubanet, el triplista me explicó que “en el atletismo se viven muchos pedacitos: hay quienes están pendientes de que las cosas le salgan mal a alguien para que sea favorecido otro, atletas que no son ni de tu especialidad poniendo energías negativas, y hasta entrenadores deseando que sus colegas fracasen”.
Una y otra vez, el estelar triplista fue objeto de injusticias, a pesar de que “siempre fui un atleta disciplinado y respetuoso, pero tenía a mucha gente en contra. Sobre todo al entrenador Sigfredo Banderas, quien competía con el mío, Ricardo Ponce, para clasificar a sus discípulos para los eventos”.
Fallecido en 2024, a la sazón Banderas entrenaba a otros dos brillantes exponentes de la modalidad, Yoelbi Quesada y Yoel García, y en palabras de Betanzos, más de una vez le puso zancadillas para favorecer a sus muchachos.
Triplista cubano retirado sin aviso previo
“Por citar un caso, en la Olimpiada de 2008 me dejaron fuera del equipo de una manera increíble. Resulta que el tiempo establecido para hacer las marcas ya había terminado cuando de pronto apareció una competencia fantasma en el Pedro Marrero y Alexis Copello saltó como 17,50 y Héctor Dayron Fuentes, 17,40. ¡Y ninguno de los dos había llegado a 17 metros ese año! En ese momento yo estaba en una gira del atletismo junto a Osniel Tosca, y cuando regresamos nos dieron la noticia de que ellos dos eran los que viajarían a Beijing”. relató.
El colmo del infortunio del atleta mencionado (quien emigró para asentarse como entrenador en la India) es la historia relacionada con su retiro del deporte activo.
“Yo me enteré de que me retiraron cuando regresé de unas vacaciones. Habían pasado las Olimpiadas de 2012, llegué y me dijeron ‘ya no eres objetivo para el próximo ciclo olímpico’. Vaya, que ya no les interesaba, aunque siento que todavía podía dar más. Al final, en el deporte cubano te usan mientras les sirves y después te botan como un trapo. Ni siquiera me hicieron retiro oficial. Sinceramente yo veo muy mal que se trate de ese modo a atletas que le han dado tantas glorias al país”.
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Michel Contreras González
Periodista deportivo con treinta años de carrera. Graduado de Comunicación Social en la Universidad de La Habana, ejerció el periodismo en medios como Juventud Rebelde, Bohemia y Cubadebate antes de adherirse a la llamada prensa independiente, para la cual ha sido colaborador de la página deportiva en Oncuba, Cibercuba y Cubanet. Artículos suyos han aparecido en varias publicaciones extranjeras de habla hispana. Obtuvo numerosos premios en concursos de carácter provincial y nacional. Tiene publicados los volúmenes “Dioses Paralelos” (Ediciones Loynaz) y “Vuelos de Gavilán” (Unos y Otros Ediciones). Apegado fundamentalmente a la crónica, el comentario y la entrevista, la mayoría de sus textos versan sobre béisbol, fútbol y ajedrez, sin desdeñar el boxeo y el atletismo.
Absurdo e increíble lo ocurre con nuestros atletas.