Por Alexander García Milián

Ya no es bruma, ni polvo, no es un cuento, no hay nada de ficción al hablar de Yordan Álvarez y de su imponente paso en el mejor béisbol del mundo.

El tunero, tiene todas las opciones consigo para llevarse el galardón al novato del año; un rendimiento estable y sólido, la regularidad que le da el mismo para poder explotar sus capacidades y uno de los mejores equipos de la MLB, sino el mejor.

Con los Astros de Houston como plataforma para lucir a lo grande- como la hecho- Yordan puede tener incluso el anillo de Serie Mundial en su primera temporada y ahí entonces, habría que ver como quedarían los libros de records y de qué forma se reescribiría la historia.

Aquí en este sitio hablábamos meses atrás sobre el debut de Álvarez, de cómo no tenía el peso mediático de Vladimir Guerrero Jr. aunque tal vez fuera la verdadera explosión de la presente temporada.

Los hechos como siempre han sentado la pauta, más allá de cualquier idea posible.

En este contexto, el de este mes de septiembre, el de cierre de campaña, los ojos visualizan mucho más a los posibles ganadores de división, a los wild cards, a los jugadores más valiosos y tal vez el cubano quede relegado a un tercer o cuarto plano, pero si los dirigidos por AJ. Hinch se llevan el título, habrá que situar a Yordan entre las primicias; pues desde ya avizoro será figura.

Puede también que las cosas se desenvuelvan de la manera más simple y no trascienda tanto, porque el show en playoffs se lo roben los Yankees, tal vez Chapman; no obstante cuando acabe 2019, de Yordan Álvarez se hablara sin lugar a dudas.

Hoy, entre las estrellas cubanas, Puig, Pito, Yuli, Grandal, el mismo Aroldis; hoy entre estas figuras el nombre de Yordan queda por detrás, pese a estar encumbrado de toda la gloria posible; aún el top de – establecido- se lo debe ganar; en par de años, sin discusión, será el referente número uno de la Isla y ahí veremos.

Nos vemos a la vuelta.