Por Robiel Vega/@robielvega
El tercer partido entre los Miami Marlins y Chicago Cubs comenzó con un amplio dominio del pitcheo. Tanto Sandy Alcántara como Heyden Wesneski propinaron cuatro ceros consecutivos a sus rivales, hasta que el cubano Yuli Gurriel tomó cartas en el asunto.
Después de fallar en su primer turno en elevado al izquierdo, le correspondió abrir tanda por segunda ocasión. En conteo de dos strikes y dos bolas, el cubano aprovecho una sinker pegada a 91.5 MPH y sacando los brazos a gran velocidad, llevó la pelota más allá de la cerca por todo el jardín izquierdo.
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El left fielder Ian Happ hizo un gran esfuerzo y estuvo a punto de robarle la alegría a Yuli Gurriel pero todo quedó en eso, pues el espirituano terminó dando feliz la vuelta al cuadro.
Con un impacto de 97.7 MPH de velocidad de salida, la pelota viajó hasta los 364 pies. Este batazo era cuadrangular en 13 de los 30 estadios de las Grandes Ligas.
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Para Yuli Gurriel fue su tercer bambinazo de la campaña y el número 97 de su carrera, así como su séptima empujada y octava anotada. De igual manera llegó a la veintena de imparables en 70 turnos, para dejar su average en .286.
En lo referente a los extrabases, Gurriel llegó a seis, tres dobles e igual número de cuadrangulares, para elevar su slugging en .457. Su línea ofensiva se completa con un OBP de .329 y OPS de .786.
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