Por Juan Páez
Aroldis Chapman ha tenido un paso indudablemente exitoso por las Grandes Ligas. Su carrera ha estado llena de hazañas e incluso uno podría pensar que, de seguir el ritmo que lleva, no sería descabellado que terminara en el Salón de la Fama de Cooperstown. La temporada 2021 de las Mayores no será la excepción en cuanto a la consecución de más récords para su brillante historial. Su mira estará puesta principalmente en conseguir los 300 salvados de por vida.
Tal marca es una mítica cifra para quienes se dedican a cerrar juegos. ¿Por qué? Pues no es fácil alcanzarla: se requiere, en promedio, salvar 30 desafíos por 10 campañas, para lo que se necesita salud, constancia de antología y calidad. Por esta razón, es un número que solo vio llegar a 30 hombres en las Grandes Ligas, sin ningún cubano en esa lista.
Muchos que parecieron ir con rumbo directo a esa cantidad terminaron cayéndose, cambiaron de rol o perdieron sus carreras. Pero Chapman está muy cerca: posee 276 salvamentos en su trayectoria y apenas necesita 24 más, una cantidad que debería lograr este año si no se le presentan mayores obstáculos en el camino o si la ronda regular, en efecto, comienza en el momento originalmente establecido. Cuando alcance el rescate número 300, será apenas el cuarto zurdo en llegar, junto con John Franco, Billy Wagner y Randy Myers.
Un dato de mayor relevancia todavía. Cuando el cubano redondee de 299 a 300, será apenas el segundo serpentinero en lograr su tapón número 300 con el mítico uniforme de los Yankees de Nueva York. ¿El otro? Un “tal” Mariano Rivera, el único jugador en la historia en llegar al Salón de la Fama con votación unánime.
Los 300 salvados, aunque son una marca anhelada por cualquier apagafuegos, no son un boleto directo al Salón de la Fama, como podrían considerarse tres mil ponches o 300 ganados. Pero, sin duda, pondrían a Chapman en un mejor lugar en la historia.
Más marcas
En el camino del histórico zurdo cubano hay otros peldaños por alcanzar. El que pareciera estar más cerca es el de los 600 juegos vitalicios, una marca de la que le separan solamente 37 apariciones. Cuando lo logre, se convertirá en apenas el segundo lanzador cubano en llegar a ese número, junto con Diego Seguí, quien lanzó 639 veces en las Mayores entre 1962 y 1977.
En el camino a las 600 apariciones, se encontrará a Tony Fossas (567), Luis Tiant (573) y Pedro Ramos (582). Pero todo da a pensar que es cuestión de tiempo para que el taponero de los neoyorquinos sea el antillano con más presentaciones en la historia del big show.
Otro hito que perseguirá Chapman será el de los 1000 ponches, luego de alcanzar los 900 en 2020. Sin embargo, para alcanzar esta redonda cifra, tendría que mostrarse como el Aroldis más ponchador que hemos visto, pues le faltan 95 chocolates para arribar a los cuatro dígitos. La última vez que el isleño consiguió tal cantidad en una misma campaña fue en 2015, cuando retiró a 116 contrarios por la vía del tercer strike.
Sea en 2021 o en 2022, cuando llegue, se convertirá en el tercer relevista zurdo en la historia en ponchar a mil oponentes, además de Wagner y Jesse Orosco, y el décimo bombero en general.
Por si fuera poco, Chapman intentará colarse entre los cubanos con más asistencias a Juegos de Estrellas de por vida. Actualmente, tiene seis, la misma cantidad que lograron Dagoberto Campaneris y José Canseco en 19 y 17 años de carrera, respectivamente.
Pero con una invitación más al clásico de mitad de temporada, integrará una lista que apenas conforman cuatro compatriotas. Hasta ahora, solo el inmortal Tony Pérez (7), Camilo Pascual (7), Tony Oliva (8) y Orestes Miñoso (9) disfrutaron de siete o más selecciones entre cubanos. Si el holguinero va al Juego de Estrellas del 2021, se unirá a Pascual como los dos pitchers cubanos con más selecciones. A Chapman le espera un año lleno de historia.
