Por Juan Páez
Aroldis Chapman vive un inicio idóneo en la temporada 2021 de las Grandes Ligas. Su dominio, lejos de mermar, demostró estar en lo más alto tras sus dos primeras apariciones con los Yankees de Nueva York en la naciente campaña, ambas ante los Orioles de Baltimore. Hasta ahora, el zurdo cubano suma seis outs, seis ponches. Lo mejor de todo es que su humeante recta llegó mejor que en los últimos años.
Las líneas que Chapman ha escrito en la presente zafra luego de sus dos primeras presentaciones, aunque no registra salvados, son 2.0 innings sin hit, ni carrera, con una base por bolas y seis retirados por la vía del ponche. Las víctimas del apagafuegos hasta ahora: Ryan Mountcastle, Maikel Franco, Pat Valaika, Cedric Mullins, Trey Mancini y Anthony Santander. TODOS los ponches fueron tirándole, más mérito aun para el antillano.
En el siguiente video, disfrute todos los ponches de Aroldis Chapman hasta ahora en 2021…
Hay que destacar que el nuevo pitcheo de Aroldis, el split finger, está causando estragos. Los cuatro turnos legales que el siniestro isleño terminó con ese pitcheo resultaron ponches. Esa nueva serpentina pasó de apenas probarla el año pasado (1.5 %) a implementarla como una verdadera arma de su arsenal en lo que va de torneo (14.3 %).
Pero hablemos de su recta. Justo cuando todos estaban preparándose para ver a Chapman con una recta igual potente, pero sin los tres dígitos de antaño, este vuelve a sorprender. Las 17 bolas de cuatro costuras que ha tirado el cerrojo de los neoyorquinos promediaron 99.2 millas por hora, su mejor marca desde el 2017, cuando esa media se situó en 100.0 MPH. De hecho, seis de esas 17 lisas estuvieron en las 100 millas por hora o tocaron una velocidad superior.
La recta meteórica del isleño ha sido uno de los pitcheos más imbateables en el largo plazo en Grandes Ligas. Desde 2014, los contrarios solo tienen 140 imparables en 785 turnos legales que finalizaron con su recta de cuatro costuras. Eso arroja un notable promedio ofensivo de .178, con apenas siete cuadrangulares y nada más y nada menos que 335 ponches, algo que habla de la innegable constancia de Chapman sobre la loma para mantenerse en el mejor nivel.
Todo indica que el fuego del Misil se mantendrá por muchos años más, con el fin de permitirle seguir escalando puestos en el escalafón histórico de salvados en la Gran Carpa, que ya va por 276.