Alexei Bell, el hombre, el pelotero, las dificultades… el ayer y hoy

Por Alexander García    Su nombre, como el de tantos otros, ha sido silenciado por la prensa y el aparato propagandístico que rige los hilos informativos en Cuba. Cuando se escuche Alexei Bell, habrá que pegar un grito al cielo, pues parecerá un milagro.    Su nombre ha sido silenciado y aun no entiendo el […]

Por Alexander García

   Su nombre, como el de tantos otros, ha sido silenciado por la prensa y el aparato propagandístico que rige los hilos informativos en Cuba. Cuando se escuche Alexei Bell, habrá que pegar un grito al cielo, pues parecerá un milagro.

   Su nombre ha sido silenciado y aun no entiendo el porqué; tal vez porque cuando parecía ser el chico correcto decidió hacer de malo y paso del tedio al rechazo, del rechazo al hastío y viceversa; quizás por sus polémicas con Víctor Mesa o por ser estrella de esa generación dorada de peloteros santiagueros: Olivera, Navas, Mustelier, José Julio Ruiz; tal vez por esto o sabe dios porqué.

   Estimados lectores es un hecho que ni por asomo el nombre o el apellido de este emblemático pelotero se escuche o se pueda leer en algún sitio oficial; tal parece que no existe ese récord de carreras empujadas de 111, sus dos jonrones en una misma entrada frente a Villa Clara, sus temporadas de 25-25, luego sus 31 jonrones para batir el record de Orestes Kindelán. Es como si nada de eso existiera.

   Aquí, en este punto cierto halo de oscuridad se cierne sobre la figura de Tato, como es conocido popularmente el pelotero; pues el hombre la rompió desde que hizo entrada en las Series Nacionales con la Aplanadora de Antonio Pacheco; iba bien, fue campeón nacional, llegó Luis Borroto y le pegó un rectazo de casi 95 millas en pleno rostro, Alexei tiene que salir y muchos creyeron que su luz se apagaría pero no, en 2008, fue figura durante los Juegos Olímpicos.

   Después la historia se repite, la historia del pelotazo, esta vez con Yuniesky Maya, otra vez Alexei fuera, emergen las dudas, crecen las interrogantes pero en el segundo Clásico Mundial es llevado de suplente junto a Yoandy Garlobo, pienso que pudo se regular pero a Higinio esa vez no le dio la gana y fue suplente.

   Ya muchos comentaban sobre un resurgir, Alexei es fijo en el equipo Cuba, va a la Copa Intercontinental de 2010 en Taichung y despeja las dudas; 440 de average. Después llegó otra pausa, los equipos santiagueros empezaron a mermar y todo lo que venía del Oriente olía a heces pero Bell seguía rindiendo, no con los mismos reflectores pero rendía. Entonces…

   En 2013, con el Tercer Clásico Mundial a las puertas, con Víctor Mesa de jerarca, de Dios, de capo, de mandamás en nuestra pelota, en este contexto Alexei la tenía todas consigo para hacer el grado e ir a Asia pero Mesa no se conformó con relegar a Pestano de la receptoría y comenzó un nuevo show: «Bell tiene problemas en el brazo, ya le dije que tenía que fortalecerlo», y aquí parecía que todos los demonios se conjuraban, sale el santiaguero en una entrevista: «Yo estoy bien, nunca se habló nada de eso». Rompe la polémica y no para hasta que el hombre es incluido en la selección nacional.

   Tal vez, Alexei fue el menos rimbombante de ese equipo cubano que estuvo en tierras japonesas pero si vamos atrás y recordamos que fue líder en jonrones durante la primera fase, nos damos cuenta de que nada fue casual. El hombre tenía que estar.

   Aquí, en estas líneas, la historia de Alexei Bell parece acabarse, para algunos es así, hoy a sus 37 años, pocos recuerdan o rememoran su paso por nuestro béisbol, es una historia que está ahí, aunque la quieran tapar. Eso no lo cambia nadie.

   Nos vemos a la vuelta.

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