PENOSO: Medallista olímpico de Cuba seguirá preso en Estados Unidos por casi 15 años

Por SwingCompleto/ contacto@swingcompleto.com Varios han sido los medallistas cubanos en Juegos Olímpicos que han recalado en la cárcel por diferentes razones. Ya sea dentro o fuera de Cuba en el listado aparecen más de una decena de atletas retirados que han tenido que cumplir condena, muchos de ellos por violencia. Figuras relevantes de la talla […]

Por SwingCompleto/ contacto@swingcompleto.com

Varios han sido los medallistas cubanos en Juegos Olímpicos que han recalado en la cárcel por diferentes razones. Ya sea dentro o fuera de Cuba en el listado aparecen más de una decena de atletas retirados que han tenido que cumplir condena, muchos de ellos por violencia.

Figuras relevantes de la talla del pesista Pablo Lara, el pelotero Oscar Macías y el boxeador Sixto Soria son algunos de los que conforman un grupo en la que igualmente aparece Alexis Vila Perdomo, uno de los luchadores del estilo libre más talentosos del mundo en la década del noventa.

Doble campeón mundial y bronce en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, el villaclareño ha tenido una vida bien controversial desde que llegó a los Estados Unidos.

Vila se encuentra preso desde 2018 tras ser encontrado culpable de asesinato por encargo, considerado de segundo grado. Un año después, quien llegó a ser un exponente respetado en el mundo de las artes marciales mixtas fue sentenciado a 15 años de privación de libertad.

Hasta ahora todo parece indicar que el librista caribeño tendrá que cumplir casi todo ese período tras las rejas a partir del rechazo que han recibido todos los recursos presentados por su defensa. Su situación es bien grave al ser acusado de secuestro, tortura y homicidio de un diseñador de interiores de Coconut Grove, Miami, en el año 2011.

Vila había seguido a Roberto Isaac y al promotor Ariel Gandulla en un plan para acabar con la vida de Camilo Salazar a solicitud de Manuel Marín, antiguo dueño de la cadena de supermercados “Presidente”. El magnate deseaba vengarse de Salazar por el amorío que este tenía con su esposa Jenny.

Siguiendo las órdenes del empleador, el trío raptó al hombre en la calle, luego lo golpearon salvajemente y llegaron al extremo desgarrador de quemar su pene antes de terminar degollándolo.

Los asesinos dejaron el cuerpo en algún sitio abandonado de Miami-Dade y siguieron su camino como si nada hubiera pasado. Vila continuó como peleador de artes marciales mixtas y no volvió a hablar de este particular hasta que la policía lo arrestó en abril de 2018.

El multicampeón cubano ya tenía antecedentes penales desde que en 2004 había estrellado su auto contra el Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale, lo que fue interpretado por las autoridades como un intento de terrorismo, siendo encarcelado por tres años.

Mientras competía por Cuba llegó a la cima mundialista en las lides de 1993 y 1994, mientras en la liza de 1995 ocupó el segundo escaño. Un año después fue perjudicado por una decisión arbitral que lo privó de discutir el título olímpico cuando era el favorito de la mayoría.

Apodado “el exorcista”, Vila escapó de la selección cubana en un viaje a Estados Unidos en 1997. En el exilio fue contratado por la Universidad de Michigan como entrenador y allí tuvo la posibilidad de preparar a dos jóvenes que resaltarían en el UFC (Gray Maynard y Rashad Evans), convertido éste último en campeón de los semipesados y miembro del Salón de la Fama de esa organización.

Después de cumplir su primera sanción carcelaria, el cubano sostuvo un total de 22 duelos como profesional en las artes marciales, con 15 triunfos (siete por KO, tres por sumisión y cinco por decisión) y siete fracasos.

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