Por Modesto Agüero
Su atributo fundamental descansaba en la fuerza de sus bateadores; cuando producían eran simplemente arrolladores, de ahí surge el sobrenombre de “La Aplanadora” para el equipo de Santiago de Cuba. Esa terrorífica ofensiva, que estuvo en cuatro finales consecutivas (desde la edición 37 a la 40 de las Series Nacionales), la integraron una tremenda pareja de bateadores como Antonio Pacheco y Orestes Kindelán, Gabriel Pierre en tercera, Luis Miguel Navas en el campo corto, Pedro Poll en primera, los jardineros Fausto Álvarez, Manuel Benavides, Rey Isaac, Ariel Cutiño y Reutilio Hurtado, como receptor titular Rolando Meriño, mientras el utility de cuadro era Manuel Benavides.
“La aplanadora santiaguera” tení como lanzadores a Norge Luis Vera, Ormaris Romero, Osmel Cintra, Wilson López, Luis Tissert, Alexis y Rubén Rodríguez, entre otros.
Esa fue una generación de peloteros que vino a sustituir a otros grandes que tuvo Santiago como Evenecer Godínez, José Luis Alemán, Braudilio Vinent, Jorge García, Modesto Larduet, y Fidel García por solo mencionar algunos.
Resultaron impresionantes sus triunfos desde el bronce de 1996 y el de 1997, el segundo puesto al año siguiente y sus tres cetros en línea de 1999 a 2001 bajo la dirección de Higinio Vélez. Fue el tercer y último conjunto hasta hoy que ha podido lograr tal hazaña en Series Nacionales (anteriormente lo hicieron Industriales y Villa Clara).
Ha sido el único conjunto que ha podido ganar de forma invicta las tres fases con el formato de los playoffs de cuartos de final, semi-final y final, instaurada desde 1997 al 2012. En el año 2000, en cuartos de final derrotaron a Camagüey en tres juegos para comenzar la racha historia de 11 triunfos sin reveces. Luego vencieron a Granma en semifinales y a Pinar del Río por el título.
En el certamen de 1999-2000 lograron 62 victorias de 90 posibles (récord del equipo). Sin dudas resultó el mejor conjunto oriental de todos los tiempos y uno de los más completos en los Campeonatos domésticos.
En ese ciclo los indómitos vivieron dos momentos inolvidables, en las respectivas definiciones de las temporadas 38 (1998-99) y 40 (2000-01).
Primero frente a sus eternos rivales: Industriales; y luego ante Pinar del Río.
Con la Serie en contra tres por dos frente a los azules, fueron a tratar de remontar en un escenario siempre difícil, el Latinoamericano.
Norge Luis Vera y Rolando Meriño fueron los protagonistas en la primera fecha del sábado. El destacado lanzador, ratificó su estelar clase, y tuvo el apoyo de Meriño, quién sacó la pelota del parque para sellar una victoria de una carrera por cero, ante el asombro de capitalinos y alegría de orientales.
Con el cotejo empatado, los santiagueros ganaron el juego decisivo sin problemas ocho carreras por una, para en su propia casa vencer a los leones cuatro juegos por tres.
El Capitán de Capitanes Antonio Pacheco, una vez más se vistió de héroe en el otro gran triunfo de los indómitos. Sin estar alineando por una molestia en la región sacrolumbar y con la serie decisiva favorable a Santiago tres juegos por uno frente a Pinar del Río en el Guillermón Moncada, los pinareños amenazaban con descontar.
Con el gigante Pedro Luis Lazo en el box, los vueltabajeros intentaban preservar la igualdad a tres carreras. Pero, las bases llenas en la octava entrada, y Pacheco le pidió al director que lo enviara de emergente a batear y por supuesto le dijo que sí. Aún con la lesión en su cuerpo le hizo swing a un lanzamiento de Lazo, recto y afuera para conectar jonrón por el jardín derecho y convertir el Guillermón en una verdadera casa de locos. Inmediatamente sonó la trompeta china con el tradicional ritmo del Cocuyé.
“La aplanadora” fue indudablemente uno de los grandes equipos que han pasado por las Series Nacionales. Si me ponen a escoger, este conjunto, Las Villas de los años 80-90 y el Industriales de Anglada han sido los principales.