El mánager de la selección de Cuba en el Clásico Mundial de Béisbol, Armando Johnson, tiene a tres receptores a su disposición. Lorenzo Quintana, el más experimentado, Andrys Pérez, el más joven de los tres y Ariel Martínez, con experiencia en Japón, son los tres caretas que integran el combinado cubano.
Johnson se decantó por Martínez para los últimos dos juegos de Cuba. Ambos terminaron en victoria. Si bien no hizo mucho a la ofensiva, pues terminó de 6-0 entre los dos juegos (vs Panamá y Taiwán), se lució a la defensa y con el manejo de los lanzadores para permitir cinco carreras en total.
“Fue un ambiente muy bonito, tremendo día para jugar béisbol”, dijo Martínez al término del compromiso contra Taiwán, en el Taichung Intercontinental Baseball Stadium. En tal parque, habían 18.852 espectadores en total, que vieron avanzar a Cuba a la segunda fase del Clásico Mundial de Béisbol.
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“Teníamos que salir a ganar y salió todo perfecto, todo redondo”, siguió Martínez. “Estuvimos hablando mucho tiempo antes del juego y en el bullpen, es muy importante la comunicación entre catcher y pitchers. Por eso pudimos limitar a Taipéi, que había estado bateando mucho”.
“La ofensiva se está comportando bien, y vamos de abajo pa arriba ahora”, agregó Ariel Martínez, recordando que Cuba perdió los dos primeros juegos de esta cita mundialista. Tras perder 4×2 contra Países Bajos, el combinado nacional cayó posteriormente 6×3 ante Italia.
Martínez detalló cómo están trabajando con el manejo de las señas, del juego y las solicitudes de pitcheos.
“Estamos trabajando nosotros solos: siempre pensando yo, pensando el pitcher. Hablamos bastante. Con comunicación, todo fluye”.