Por Robiel Vega/@RobielVega
El béisbol es una ruleta y lo que divide a los buenos peloteros de los grandes muchas veces es el factor suerte. Aroldis tuvo una de sus peores salidas de la temporada, pero los Yankees se transforman cuando el holguinero lanza y cuando parecía que todo estaba perdido, los del Bronx le dieron la vuelta y dejaron al campo a los Reales.
Con el partido 4×3 favorable a los Yankees abrió el noveno inning Aroldis Chapman, con la misión de preservar la mínima ventaja. La entrada comenzó bien, ponchando a Hunter Dozier, con 4 lanzamientos, 3 de ellos por encima de las 97 millas e incluso uno sobre las 100 millas.
Con Michael Taylor comenzaron las complicaciones, con un hit al left field, pero nuevamente metió el brazo y sacó por la vía de los strikes a Hanser Alberto, a quien trabajó a base de rompimientos, aunque tuvo que emplearse a fondo con 6 lanzamienos.
El inning parecía en punto de mate, pero Whit Merrifield conectó sencillo al derecho, poniendo el empate a 90 pies del home. La dirección de los Yankkes optó por bolear a Carlos Santana, para llenar las bases y buscar el out por cualquier vía.
La jugada salió pésima, pues Chapman se descontroló y le dio boleto a Sebastián Rivero, con 4 envíos realmente desviados, tres de ellos sobre las 95 MPH y luego, con un swing contenido, Ryan O´Hearn conectó un machucón por tercera que resultó en infield hit remolcador de la ventaja.
De esta manera Chapman se anotaba su tercer salvado fallido (BS) de la temporada aunque logró terminar el inning sacando a Jarrod Dyson, en rolling a segunda.
La reacción de Chapman al llegar al dogout nos demostó cuanta vergüenza deportiva tiene este legendario holguinero. Tirando el guante al piso y con cara de enojo hacía gestos de incredulidad ante lo ocurrido.
Pero como expresé al principio de esta nota, los Yankees se trasforman cuando Chapman lanza y en el final de la novena, un jonrón de Gary Sánchez y hits consecutivos de Giancarlo Staton y Luke Voit, le dieron la victoria a los máximos ganadores en la historia de las Grandes Ligas y de paso, Chapman pasó de derrotado a conseguir su quinta victoria de la temporada.
Contrario a lo que ocurre con los abridores, a pesar del éxito, la salida no fue positiva para Chapman, pues de igual manera falló en su labor de cerrador. En una entrada de trabajo, permitió 3 hits y regaló 2 boletos, con las 2 limpias recibidas aumentó su PCL a 2.54.
El holguinero tiene ahora balance de 5 victorias y 2 derrotas y en 19 intentos de salvamento, ha salido exitoso en 16 ocasiones. En total suma ya 30 salidas y 28.1 entradas lanzadas, le batean para 194, y su WHIP aumentó a 1.24. Chapman se colocó a un solo ponche de los 50, para excelente promedio de 15.56 por cada 9 innings.
Como bien dice el dicho, la pelota es redonda y viene caja cuadrada, y lo impredecible de éste deporte es lo que lo hace tan mágico. Disfruten del final del encuentro: