Por Juan Páez
Aroldis Chapman finalmente consiguió contrato, esta semana, para darle continuidad a su tremenda carrera en Grandes Ligas. El Misil cubano, que viene de un 2022 bien difícil con los Yankees de Nueva York, tardó para lograr un acuerdo, pero obtuvo lo que quería: un pacto de un año, con los Reales de Kansas City, para intentar retomar su estatus de relevista y cerrador de élite.
De acuerdo con distintos reportes, Chapman prefirió firmar con los monarcas en vez de con los Padres de San Diego pues quiere continuar con su rol de apagafuegos. Pero ¿podrá el zurdo, de entrada e inmediatamente, convertirse en el nuevo taponero del mánager Matt Quatraro? Eso parece que está por verse.
La razón es que el derecho Scott Barlow ha brillado en dos torneos consecutivos como el cerrador de los Reales. De hecho, el relevista de 30 años de edad ha sido de los mejores aspectos de ese equipo en las últimas dos campañas.
Barlow nunca había sido cerrador y, en cambio, fue un bombero promedio entre el 2018 y el 2020, sus primeras tres temporadas en la Gran Carpa. Entre 2021 y 2022, el nacido en Connecticut dio motivos para pensar que podría ser la piedra en el zapato de Chapman y sus aspiraciones de volver a encargarse del noveno episodio.
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En las dos últimas campañas, el diestro ha dominado a placer, gracias a una combinación bien eficiente de su recta de cuatro costuras junto con una tremenda curva y un sólido slider. De hecho, con esos dos últimos pitcheos consiguió 71 de sus 77 ponches el año pasado.
Entre el 2021 y el 2022, Barlow lanzó en 140 juegos y salvó 40 de ellos, además de ganar 12 veces y registrar efectividad de 2.30 y un WHIP de 1.096. En 148.2 innings, permitió solo 113 hits y 13 jonrones, con 50 bases por bolas y 168 bateadores retirados por la vía del tercer strike. En el 2022, con unos Reales que terminaron en el último lugar de la División Central con récord de 65-97, registró 24 tapones y tuvo un WHIP menor a 1.00 (0.996).
Chapman, que cobrará 3.75 millones de dólares garantizados, tendrá trabajo por hacer desde los Entrenamientos Primaverales. Encima del cubano hay una nube negra cargada de dudas, producto de lo que fue su última campaña con los neoyorquinos, con quienes dejó 4.46 de efectividad y dio 28 boletos en apenas 36.1 episodios lanzados, además de perder su rol de cerrador.
Lo mejor para el Misil será hacer su trabajo y demostrar que está para grandes cosas a este punto de su trayectoria en las Grandes Ligas. Solo eso le permitirá ser considerado para el puesto de apagafuegos por los Reales por encima de Barlow.