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El primero de julio de 2009, Aroldis Chapman fue noticia en todo el universo beisbolero cuando abandonó el equipo Cuba que asistía al tradicional torneo de ciudades portuarias en Rotterdam, Holanda.
Aquel paso lo dio “asustado”, como él mismo confirmó tiempo después, y sin la más mínima idea de que llegaría a convertirse en referente en la MLB. Pero lógicamente, entra una cosa y la otra debió exhibir su potencial y convencer a los expertos.
En una de sus apariciones en “El Show de Swing Completo”, Aroldis Chapman confesó que inclusive llegó a hacer demostraciones bajo la nieve.
La semilla del camino MLB de Aroldis Chapman
“Después de quedarme fui a parar a España y en varios meses solo hubo uno o dos días en que cogí una pelota porque creo que ESPN había ido allá a hacer una entrevista”, contó el zurdo.
Después de eso obtuvo la residencia en Andorra, entró en la agencia libre y voló a los Estados Unidos, donde firmó con una compañía donde el dueño y el agente tenían preferencias divididas entre los encarnizados rivales de la MLB, New York Yankees y Boston Red Sox. Curiosamente, la carrera futura de Aroldis Chapman lo haría recalar en ambos destinos.
“Recuerdo que en esa época hice presentaciones en New York y Boston con tremendo frío y bajo la nieve. En esa última ciudad hice como 15 pitcheos a pesar de la temperatura y de que llevaba un mes y pico sin entrenar. Luego vine para Florida y aquí fue que empecé a prepararme”, dijo el dos veces ganador de la Serie Mundial.
El arribo de Aroldis Chapman a la MLB causó conmoción. Cincinnati Reds se hizo de sus servicios mediante un contrato de seis años y 30.25 millones de dólares, y el holguinero no tardó en darse a conocer gracias a una insólita velocidad que llegó a imponer el Record Guinness vigente para un envío: 105.8 millas por hora.
Aroldis Chapman, una leyenda de los relevos
Cumplido el período pactado con la organización de Cincinnati, el holguinero sumaba 146 juegos salvados y una impresionante media de 15.4 ponches cada nueve entradas. Su calidad como cerrador iba de boca en boca, y los Yankees lo llevaron a sus filas.
Sin embargo, en esa ocasión no echó raíces en la Gran Manzana y a mediados de la temporada 2016 salió rumbo a Chicago Cubs, a los cuales ayudó en la conquista del trofeo más preciado de la MLB.
Al año siguiente se produjo su comeback a la franquicia del célebre uniforme a rayas, permaneció allá hasta 2022, y desde entonces inició una aventura que lo condujo a Kansas City Royals, Texas Rangers (donde ganó su segundo anillo de Serie Mundial), Pittsburgh Pirates y, finalmente, Boston Red Sox, el equipo para el que actuó bajo la nieve cuando aún no había comenzado a hacer su historia.