Por Franco Miguel Alvariño
En la madrugada y mañana del 27 de julio llegó la primera medalla para Cuba en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. De la forma menos esperada, el taekwondoca, Rafael Alba, consiguió un metal de bronce en la división de más de 80 kg. Por otra parte, debutaron los boxeadores con victoria y quedó la mesa servida para el enfrentamiento entre Julio Cesar la Cruz y Enmanuel Reyes.
Rafael Alba, luego de perder su primer combate 11-8 con el macedonio Dejan Georgievski, mantuvo sus esperanzas de seguir con vidas en la trayectoria de su “verdugo”. Durante la madrugada de Cuba, el primer rival de Alba continuó avanzando en el organigrama, hasta llegar a la disputa del título y devolverle el oxígeno al estelar santiaguero.
Alba, con un poco más de suerte que patadas, se incluyó en el repechaje. Allí le tocó enfrentar al representante de Costa de Marfil, Seydou Gbane, a quien derrotó con pizarra de 8-2 e hizo oficial su presencia en la discusión del bronce olímpico.
El doble campeón del mundo le tocó enfrentar en la última instancia al chino Hongyi Sun. En el combate, Rafael, se volvió a mostrar pasivo, realizando pocos golpes. Alba, logró marcarle cuatro puntos al asiático, que combinado con una estricta defensa, le permitió adjudicarse la primera medalla de la delegación, logrando la victoria con marcador de 5-4.
El esperado debut de la escuadra de boxeo cubano sucedió en la madrugada de este 27 de julio. El encargado de dar los primeros golpes teñidos de rojo, blanco y azul fue Roniel Iglesias, quien enfrentó al púgil local Sewonrets Okazawa.
Iglesias venció por criterio dividido de los jueces, incluso perdió el primer asalto. El pinero tuvo que apelar a su experiencia para imponerse en los siguientes rounds. Para suerte suya, en el tercer período del combate, le propinó un fuerte golpe al asiático que generó conteo de protección por parte del árbitro del ring. Sin mostrar su mejor versión, el vueltabajero avanzó a la siguiente ronda, en la que buscará garantizar, al menos, una medalla de bronce.
También, subió por primera vez al cuadrilátero el capitán del equipo, Julio César la Cruz. La principal duda con respecto al oriundo de Camagüey era su ascenso a la división de los 91 kg, Una vez en el ring, en el enfrentamiento con el kenyano Elly Ajowi Ochola, despejó las interrogantes, logrando la victoria por decisión unánime de los jueces, sin emplearse a fondo y utilizando su estilo habitual.
Mientras, en la misma división de la Cruz, otro cubano, pero nacionalizado español, derrotó al sub-campeón olímpico de Río, 2016, el kazajo Vassily Levit. Emmanuel Reyes apeló a su fuerte pegada para noquear en el segundo asalto a su rival. De esa forma, quedó la mesa servida para que se enfrente con su ex compañero, Julio Cesar la Cruz, en lo que parece ser uno de los carteles más interesantes.
Mientras, en el tiro deportivo la dupla mixta de Laina Pérez y Jorge Grau intervinieron en la competencia de pistola a 10 metros. Los campeones panamericanos de Lima, 2019, consiguieron una cosecha total de 568-9x puntos. Pérez acumuló 280 unidades y su compañero Jorge Grau 288, por lo que se ubicaron en el lugar 14 de la competencia.
En otra loable actuación de las pesistas cubanas, Marina Rodríguez concluyó en el octavo puesto de la división de los 64 kg. La forzuda cubana, a pesar de ser víctima de una injusticia de los jueces, acumuló 221 kg entre arranque y envión, para igualar la posición obtenida en la cita de Río, 2016.
En la segunda presentación de los judocas cubanos en la capital olímpica, Maylin del Toro ganó su primer combate de los 63 kg frente a la siria Muna Dahouk, quien compite bajo la bandera del equipo de atletas refugiados. Del Toro avanzó y en la siguiente fase perdió con la venezolana Anriquelis Barrios, quedando relegada a los puestos del 9-16.