Por Alexander García
Aquí si pudiéramos hablar de la gran decepción de la Serie 60, pudiéramos hablar de decepción, de frustración, de desidia, pudiéramos hablar tantas cosas sobre la mala temporada de los Azucareros de Villa Clara, que se necesitaría una trilogía literaria y ello sin exagerar, pues el tema viene con antecedentes, con tela para cortar, así y todo, aun no se vislumbra posibles soluciones de cara al futuro.
A simple vista, la salida de Eduardo Paret, pudiera empezar a entenderse a raíz del desempeño del equipo en esta Serie 60; muchos todavía se preguntan porque sacaron a Eduardo, bajo qué argumentos reales cesaron a un hombre que en su primer año regreso a la provincia a discutir una final y lo hecho en esta campaña parece dar la luz.
Los comentarios respecto al mal trabajo de las autoridades deportivas en esa provincia crecen y toman mayor dimensión con el paso de los días, por lo cual es lógico pensar que de un modo u otro este tema represente un lastre para el buen desempeño del equipo de béisbol y del debutante manager Jorge García Oña.
El elenco mostro carácter al comienzo de la Serie y de hecho, rumbo al primer tercio estaba bastante cómodo entre los 8 pero ya avanzando hacia el juego 40 comenzaron a adentrase en una dinámica perdedora que a la larga les pasó factura.
A la pésima ofensiva se le sumó la salida de Pablo Guillen, así como la inestabilidad de Alain Sánchez y el poco aporte de Freddy Asiel Álvarez. De igual modo hombres como Javier Mirabal y Pedro Manuel Castillo, jamás llegaron a encontrar una forma deportiva siquiera aceptable.
Por su parte, a la ofensiva, solo Yurien Vizcaíno pudo cumplir en cuanto a producción de jonrones y carreras impulsadas, porque si Walter Pacheco compiló buen average, si quedo a deber en estos aspectos y su rol en el equipo es vital.
En este punto cabe señalar que también resultó fatal la ausencia en periodos prolongados del veterano Yeniet Pérez, incluso una de ellas justo después de topar un excelente rendimiento que hacían vislumbrar un excelente estado de forma.
Cuando uno mira a un equipo como Mayabeque, con 40 éxitos en la temporada, luciendo un mundo, ganando a base de voluntad y deseos de lucir bien, uno se percata que en buena medida el tema es de mentalidad, en muchos aspectos, desde los táctico-técnico hasta lo psicológico; pues hombres como Andy Zamora, el ya mencionado Yeniet Pérez y el también experimentado Yulexis la Rosa, estaban llamados a tirar del carro y ello no fue así.
Además con un pitcheo como ese, nadie hubiera pensado que los anaranjados estarían fuera o quizás al menos hubieran discutido el octavo lugar y ahí esta Pinar para dar crédito al respecto, porque si los Vegueros avanzaron fue en un alto por ciento gracias a la potencia de su staff; y señores, hablamos de equipos bastante similares.
Lo que más choca en este asunto es que hablamos de uno de los históricos de la pelota cubana y realmente resulta contradictorio que un equipo así muestre esta cara y lo peor es que no se ve al menos a corto plazo, algún atisbo de luz. Nos vemos a la vuelta.