Por Juan Páez
Por muy temprano que sea en la temporada 2021 de las Grandes Ligas, es innegable que el comienzo de Yulieski Gurriel es tan emocionante como prometedor y positivo. Aunque los Astros de Houston solo participaron el cinco juegos hasta la mañana de este martes, el primera base cubano es uno de los mejores peloteros de ese club en el arranque de la nueva campaña.
El año pasado los siderales le dieron una extensión de contrato a Gurriel justo cuando este pasaba por un muy mal momento ofensivo, antes de iniciar la postemporada. Cuando empezaron los playoffs, nada mejoró para el Yuli, pero en este naciente torneo no pierde tiempo para cerrar la boca de sus detractores y despejar cualquier duda sobre sus cualidades.
Gurriel amaneció el martes con promedio de bateo de .500, producto de nueve imparables en 18 turnos legales. A estas alturas, ya tiene un doble, un cuadrangular y tres carreras impulsadas. Pero uno de los aspectos más “inesperados” o poco comunes de su juego en la recién comenzada temporada es que hasta ahora suma seis bases por bolas, algo que no ha sido típico en su trayectoria en la Gran Carpa.
El 25 por ciento de las apariciones al plato del nacido en Sancti Spiritus ha terminado en boleto, la novena marca más alta en la Liga Americana y la mejor dentro de los Astros. Solo para que usted tenga una referencia, el porcentaje vitalicio de pasaportes para Gurriel es de apenas 4.9 por ciento, mientras que apenas registró 12 caminatas en 230 viajes totales al box en la pasada campaña.
Junto con su contacto, que siempre está por encima del promedio (79.5 % en lo que va de 2021), estas son habilidades excelentes del veterano isleño. Por si fuera poco, pasó de tomar 3.43 pitcheos en promedio por cada aparición al plato durante 2020 a tomar 4.29 en sus primeros cinco duelos de esta campaña.
El Yuli está controlando la zona de strike a su antojo, al mismo tiempo que muestra un buen ojo y una gran disciplina.
Pero hay mucho más en su juego que solo boletos. La leyenda cubana le está pegando a la bola tan fuerte como nunca antes en su paso por el big show. El promedio de velocidad de salida de sus batazos está en 95.5 millas por hora, seis millas más que su promedio vitalicio (89.5 MPH). Su porcentaje de barriles está en 11.8, notablemente más alto que el promedio general en su trayectoria como grandeliga (3.1 %).
Hasta ahora, el 70.6 por ciento de sus batazos ha estado por encima de las 94 millas por hora, un registro que está en 39.2 por ciento si se toma en cuenta su carrera.
Otro punto positivo para él es su comportamiento contra bolas rápidas. Si bien apenas bateó para .219 de promedio y .359 de porcentaje de slugging ante envíos veloces el año pasado, comenzó esta temporada con un average de .500 y un slugging de .714 frente al fuego de las Grandes Ligas (recta de cuatro costuras, de dos costuras y sinker).
Está por verse si Gurriel puede mantener este comportamiento o cambios en el largo plazo, pero hasta ahora se está comiendo el 2021 para reivindicarse por lo que fue un duro 2020.