Béisbol cubano en Olimpiadas… Atenas 2004 y el 3er Oro

Daniel De Malas Andreu

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Por Alexander García Gracias al aguafiestas del momento Australia, los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004 permitieron a la pelota cubana volver a soñar. Bueno pensándolo bien, gracias a los australianos y la maña de Tabares en el center field- Vera tiraba un buen juego pero esa ocurrencia del capitalino salvo el oro- las imágenes…

Por Alexander García

Gracias al aguafiestas del momento Australia, los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004 permitieron a la pelota cubana volver a soñar.

Bueno pensándolo bien, gracias a los australianos y la maña de Tabares en el center field- Vera tiraba un buen juego pero esa ocurrencia del capitalino salvo el oro- las imágenes están ahí, bien frescas para explicar todo.

Para aclarar doy las gracias tal vez por atrevido, pero es algo que vale, pues los canguros le ganaron dos veces en ese certamen a Japón, 1-0 en ambas oportunidades, impidiendo una histórica final entre cubanos y nipones, con un Daisuke Matsusaka a punto.

Hablo así, pues en la etapa clasificatoria, el astro japonés dominó a su antojo a los antillanos, sentando un maleficio que perduro hasta el tercer Clásico Mundial, cuando la escuadra dirigida por Víctor Mesa derroto a los asiáticos.

Flashazos de Atenas…

Para rememorar lo ocurrido en aquel certamen, vale acotar que a pesar de la plata de Sidney, Cuba había seguido dominando en los Campeonatos Mundiales y en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo en 2003, los criollos le habían ganado un memorable partido a los Estados Unidos, con otra jugada salvadora de Carlos Tabares, también con Norge Luis Vera en el box.

En esa oportunidad los cubanos contaron con un equipo tal vez no tan sólido como el de cuatro años antes en Sidney, pero si balanceado, Tabares, Cepeda, Paret y Urrutia, lograban compaginar una tanda productiva.

La generación histórica de Kindelán, Pacheco, Linares y Germán Mesa había terminado a empujones con la medalla de oro en el Campeonato Mundial de 2001 y la incertidumbre rondaba a la fanaticada… ¿podríamos ganar el oro?,

Luego de vencer de forma convincente, sin mucho ruido diría, la ya mencionada derrota ante los japoneses prendió las alarmas y la posibilidad de un tercer título olímpico comenzó a alejarse pero las aguas fueron calmándose y a pesar de la inesperada resistencia del equipo griego, los criollos lograron avanzar a semifinales ante Canadá.

Antes de ese juego, todo apuntaba a un dominio de los zurdos cubanos; Adiel Palma llevaba ya varios partidos maniatando a la tanda canadiense y para entonces no debía haber casualidad pero…! Por poco quedamos!; los norteños lucharon el juego y gracias al empuje antillano avanzamos a la final, con un fildeo de leyenda de Frederich Cepeda en el left field.

Ya en la mentada final de Atenas 2004 ante Australia, vera logró sortear las amenazas, camino el juego, Tabares hizo lo suyo y Cepeda mando a bolar la pelota para sentenciar el choque.

Resulta loable destacar el trabajo de Dany Betancourt, quien actuó como cerrador y garantizó la victoria.

De remate…

¡Al fin el tercero!- la exclamación inundó de esperanzas a la fanaticada en la Isla y si es justo resaltar el resultado, también es válido señalar que ese torneo en Atenas fue de mucho menos nivel que el de Sidney… cuatro años después en Beijing, los hechos darían la razón.

En Atenas 2004, la pelota cubana parecía renacer, tomar un segundo aire, hoy recordamos aquel suceso y nos percatamos, tal vez como nunca, que todo tiempo pasado fue mejor.

Nos vemos a la vuelta.

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