Boxeador cubano: “Seré el primero en gritar Patria y Vida en los Juegos Olímpicos”

Por SwingCompleto/ contacto@swingcompleto.com Casi ningún cubano conoce la historia tan particular de Enmanuel Reyes, el hombre que dice vencerá a su compatriota y multicampeón Julio César La Cruz este viernes en una pelea que donde se mezclarán muchos sentimientos y rivalidades que van más allá del marco deportivo. Conocido como “El Profeta”, Enmanuel nació en […]

Por SwingCompleto/ contacto@swingcompleto.com

Casi ningún cubano conoce la historia tan particular de Enmanuel Reyes, el hombre que dice vencerá a su compatriota y multicampeón Julio César La Cruz este viernes en una pelea que donde se mezclarán muchos sentimientos y rivalidades que van más allá del marco deportivo.

Conocido como “El Profeta”, Enmanuel nació en La Habana y desde muy chiquito ya estaba metido en el boxeo. Su talento lo llevó a convertirse en uno de los principales de su peso sin que lograra abrirse un espacio en la selección absoluta.

Eso sí lo pudo lograr con España, aunque para ello tuvo que pasar por muchos momentos difíciles incluyendo la prisión. «Ahora mi país es España y quiero darle la victoria a España. Me lo ha dado todo. Vamos a salir con todo a defender la bandera de España», aseguró Reyes después que le preguntaran por la motivación de su combate del viernes de cuartos de final contra quien se ha considerado por muchos años como el boxeador más destacado libra por libra dentro de la armada cubana.

«Ahora nos queda Julio. A arrancarle cabeza. Da igual que sea de Cuba o no sea de Cuba. Vamos a por todas. Yo vine por mi oro y el que se ponga encima del ring, se va a caer», proclama, con la seguridad en sí mismo del que acaba de tumbar a un gigante.

Reyes Pla no lo teme porque lo conoce bien. «Perdió en su día, pero estuvo bastante parejito. La Cruz ha subido a los pesados y no va a estar tan rápido. Reyes es un peso pesado nato. Le va a ganar en velocidad y viene con todo, con muchas ganas y mucha hambre. Le motiva que sea cubano, porque allí le estaban frenando», explica Rafael Lozano su entrenador.

“El Profeta” noqueó a Vassiliy Levit en el segundo round, un fornido kazajo que ganó plata en los pasados Juegos de Río.

Su peripecia para escapar de Cuba fue de película. Al reclamo de su familia, afincada en La Coruña, Galicia, y con el bloqueo que suponía a su carrera pugilística la competencia con Erislandy Savón, Reyes inició un viaje con destino incierto en 2016 cuando era el subcampeón nacional. Al salir de su patria se encontró con un buen escollo burocrático en Moscú y por miedo a ser detenido por no tener los papeles en regla, se pasó cuatro meses encerrado en un piso junto a su primo.

Cuando consiguió salir, viajó a Austria donde solicitó asilo político y estuvo dos meses internado en un centro de refugiados. Después, camino hacia España, fue detenido en Alemania cuando intentaba pasar la frontera con Francia y lo enviaron a un centro de reclusión para migrantes, donde pasó un tiempo antes de que lo mandaran de vuelta a Austria. Finalmente decidió arriesgar y tomar un vuelo directo a Barcelona para finalmente reunirse con su familia en el verano de 2017. «Meses brincando por fronteras», encajando los golpes de la vida, viendo como su prometedora carrera pasaba por delante. Todo fue un sacrificio que hicimos para llegar aquí.

Una vez en Galicia, en enero de 2020 recibió la nacionalidad y el pasado mes de junio obtuvo el billete a Tokio en un Preolímpico en el que sólo perdió en la final. Ya en la cita estival quedó en la parte más dura del sorteo sin que eso lo haya amedrentado. «Dicen que estoy en el lado del cuadro más difícil pero para mí es el mejor porque los demás no son un peligro para mí, yo soy el peligro», dijo en la previa. «El trabajo con el entrenador Rafa y con Carlos Peñate se está cumpliendo. Vinimos a buscar el oro y rival que nos pongan delante rival que vamos a barrer».

De vez en cuando digo, ‘coño, este sacrificio mereció la pena'», admite ahora en las entrañas del Kokugikan de Tokio, donde también comentó sobre las revueltas en su país natal. «La situación en Cuba está un poco jodida. Ojalá el pueblo cubano siga echando para adelante, reclamando sus derechos. Como dicen: ‘Patria y vida’. Aunque esté fuera y sea español ahora. Renegué de mi nacionalidad cubana. Pero al pueblo cubano lo respeto porque es mi sangre. Que sigan luchando y tomen su libertad. Si gano mi triunfo también será para ellos y seré el primero en gritar Patria y Vida aquí en los Juegos Olímpicos», comentó el retador de Julio César.

El ganador de este pleito emocionante a más no poder se asegurará medalla de bronce y verá más claro su posibilidad de subir a lo más alto de premiaciones. Para Reyes sería su más importante resultado en el boxeo y el mejor premio a tantos sacrificios y dificultades, mientras que en el caso del camagüeyano le servirá para subir un escalón más en el listado de los púgiles cubanos no profesionales más encumbrados de la historia, uniéndose al grupo de los bicampeones olímpicos donde también figuran Ángel Herrera, Ariel Hernández, Héctor Vinent, Guillermo Rigondeaux y Robeisy Ramírez.

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