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Las historias de los boxeadores cubanos Ariel Hernández Azcuy, Idel Torriente Sáez y Félix Lemus son muy lamentables. Representan una dolorosa realidad que se repite entre muchos atletas de la isla: el olvido institucional luego de alcanzar la gloria deportiva. Estos tres hombres, que en su momento hicieron vibrar al pueblo con sus triunfos sobre el ring, enfrentan hoy el abandono, la pobreza y la indiferencia. Son atletas cubanos abandonados a su suerte, cuando poco o nada pueden aportar a los dirigentes.
Ariel Hernández: de la cima olímpica a la soledad en La Lisa
Ariel Hernández Azcuy es uno de los boxeadores cubanos más exitosos de la historia. Campeón olímpico en Barcelona 1992 y Atlanta 1996, y bicampeón mundial juvenil, su trayectoria lo colocó entre los grandes del pugilismo amateur. Sin embargo, su presente dista mucho de aquellos tiempos de gloria.
En 2023, con 53 años, Ariel trabajaba como custodio en una Mipyme en el municipio La Lisa. «Soy custodio. Antes trabajé en la Finca Holveín Quesada y después aquí», relató. Su voz cargada de resignación refleja el sentimiento de haber sido utilizado y luego descartado por el sistema.
A pesar de su palmarés inigualable (dos oros olímpicos, dos mundiales, Juegos de la Buena Voluntad y siete títulos nacionales), Hernández apenas recibía una pensión de 7.200 pesos cubanos. Más allá de lo material, lo que más lo afectaba era el abandono: «Cuando estaba en la cima me lo daban todo. ¡Ahora qué? Los golpes de la vida duelen más que los del ring».
El bicampeón reconoció haber pasado por una etapa oscura marcada por el alcoholismo y la desorientación. «Te metes en ese mundo. En tu mente estás solo», confesó. Su mayor pesar fue no haber podido boxear profesionalmente: «Hubiera triunfado», aseguró. Rechazó ofertas para permanecer fiel a su entrenador Julio Mena. Tras la muerte de este en 2018, cayó en una profunda tristeza.
«Tenemos que hacer más por el deporte. Algo pasa. Se van los atletas. El porqué, no lo sé… aunque creo que todos lo sabemos», concluyó Hernández.
Idel Torriente: obligado a retirarse, condenado al olvido
Idel Torriente Sáez, exintegrante del equipo nacional de boxeo, también sufrió el desprecio tras su retiro. Campeón centroamericano en 1986 y panamericano en 1990, fue forzado a retirarse a los 28 años por decisión de Alcides Sagarra. «Me planteó el retiro. Él llevó a otro boxeador y a mí me mandó para la casa», recordó.
Ese punto marcó un antes y un después en su vida. «Me levantaba todos los días a las 4:00 a.m. y me decía que no era posible que dejara el boxeo», relató. Luego intentó trabajar como entrenador, pero se topó con un sistema que lo marginó.
Hoy vive con un salario de apenas 7.690 pesos mensuales (unos 20 dólares) y en condiciones deplorables. «No me atienden. Me tienen a un lado a esperar que me retire», denunció. La carencia de implementos deportivos, transporte y alimentación han deteriorado también su trabajo con nuevas generaciones. «El boxeo ha bajado», aseguró. Como muchos otros, se enfrenta al olvido y la precariedad.
Félix Lemus: trabajar la tierra tras la gloria entre boxeadores cubanos
Félix Lemus fue una figura destacada del boxeo cubano en los pesos completos, conocido por enfrentarse repetidamente a Teófilo Stevenson sin ser nunca noqueado. Fue campeón nacional en 1985 y medallista de oro en los Juegos Centroamericanos de La Habana 1982.
Sin embargo, a sus 64 años, Lemus vive en condiciones durísimas, labrando la tierra para sobrevivir. «Nadie se preocupa por mí, ni saben dónde estoy», contó. Está enfermo, con cuatro hernias discales y una cervical operada, además de haber sufrido un infarto.
Con poco más de 3.000 pesos de ingreso, trasladarse al campo fue su única opción. Su esposa, operada de cáncer, tampoco trabaja ni tiene retiro. «Mi situación se sabía, incluso en el gobierno provincial», afirmó.
A pesar de haber solicitado una vivienda digna hace años, nunca recibió respuesta. La Comisión de Atención a Atletas solo le entregó un juego de baño y prometió unas losas que nunca llegaron. Peor aún, ni siquiera está catalogado como «gloria deportiva».
Lemus reveló haber sufrido racismo en su etapa de boxeador: «No llevaban bien a los blancos a la hora de decidir a qué competencias irían». También confesó que su carrera pudo ser más exitosa de no haber tenido conflictos con el cuerpo técnico.
Las trayectorias de Ariel Hernández, Idel Torriente y Félix Lemus son un espejo del trato que reciben muchos atletas cubanos que han sido abandonados tras el retiro. Con sacrificios enormes, llevaron a Cuba a lo más alto del deporte. Hoy, sobreviven en la miseria, ignorados por las instituciones que un día los aclamaron.
COO de Swing Completo | Meteorólogo y Doctor en Ciencias | Reportero y analista, especialidad en beisbol
Es el actual COO de Swing Completo, con una sólida formación académica y experiencia profesional. Es Licenciado en Meteorología por InSTEC, La Habana (2012) y Doctor en Ciencias por la UNAM, México (2022). Además, completó el Curso de Narrador-Comentarista Deportivo en La Habana en 2012.
Como autor, entrevistador, reportero y productor, ha sido galardonado con la Placa de Plata de YouTube gracias a su trabajo en Swing Completo, destacándose en la creación de contenido digital atractivo y relevante para los aficionados del deporte. Es analista deportivo, con especialidad en beisbol
Yo soy Ramón Garbey de Stgo de Cuba y yo cuando estaba en mi mejores tiempos nunca me dieron nada los único que me faltaba era ser campeón olímpico nunca me dieron apartamento ni carro no tenía un sueldo nada el primer culpable fue Alcides sagarra que se metía todas las mañanas hablando de Fidel otros hijo de puta dictador engañando a todos los boxeadores para que noces quedará para el seguir teniendo una vida fácil a costilla de todos boxeadores el es culpable total y Ariel vino aquí en 1998 y yo les dijo cuando te retire baja ser otros más del montón hay tien los resultados
Considero que todos los ciudadanos cubanos son importantes, cuál haya sido su trabajo, pero estos deportistas que en su momento fueron estrellas tienen la obligación de preparar su futuro, su vida como tal, ahora no que están abandonado no no estoy de acuerdo, aquí es importante desde una persona que barre calle hasta el más grande de los intelectuales,
Considero que todos los ciudadanos cubanos son importantes, cuál haya sido su trabajo, pero estos deportistas que en su momento fueron estrellas tienen la obligación de preparar su futuro, su vida como tal, ahora no que están abandonado no no estoy de acuerdo, aquí es importante desde una persona que barre calle hasta el más grande de los intelectuales,