Por SwingCompleto/ contacto@swingcompleto.com
Todavía no han terminado los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 y ya comienzan ciertos fantasmas de fraude por uso de sustancias prohibidas.
Después de la inesperada victoria del italiano Marcela Jacobs en la carrera reina del atletismo, los 100 metros planos, no pocos han cuestionado la honestidad en su triunfo, incluyendo algunos medios de prensa de la mismísima Italia.
Giovanni Malagó, presidente del Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI), reconoció sentir «mucho disgusto e incomodidad por las sospechas de dopaje mostradas por algunos medios internacionales» sobre el corredor de su país.
«Las consideraciones de algunos de vuestros compañeros provocan mucho disgusto y también me ponen incómodo desde muchos puntos de vista. Siento que alguien demuestre que no sabe aceptar la derrota», afirmó Malagó, que acompaña a la delegación en la cita estival japonesa, en declaraciones hechas a otros medios italianos.
«Contestó bien el entrenador de Marcell, Paolo Camossi. Hablamos de atletas sometidos a diario a controles antidopaje y, cuando logran un récord, todo se multiplica por dos. El número de controles es impactante. Por esta razón defiendo con fuerza a Marcell», dijo.
Malagó comentó de esta forma un artículo publicado por el diario estadounidense ‘Washington Post’ en el que reflejaba dudas sobre el crecimiento vertical vivido por Jacobs, que triunfó en los 100 metros en 9.80, tras lograr romper por primera vez el muro de los 10 segundos el pasado mayo.
El periódico cree que el enorme crecimiento de Jacobs, que «no merece ser acusado», abre «unas dudas» y recuerda como en el pasado se hayan registrado varios casos de dopaje en el mundo del atletismo.
Al diario estadounidense se sumó también el británico «The Times», que comparte las sospechas sobre los logros de Jacobs, primer italiano de la historia capaz de imponerse en el hectometro en unos Juegos Olímpicos.
Cuarenta y un años después del título olímpico de 200 metros conquistado por el exrecordista mundial Pietro Menea en Moscú 1980, otro velocista italiano, Jacobs, se proclamó campeón, ahora en 100 metros.
El estadounidense Fred Kerlei (9.84) y el canadiense Andre de Grasse (9.89) completaron el podio.
La hazaña de Jacobs fue considerada en Italia como el momento más alto de la historia deportiva del país, que por lo general solía sufrir enormemente para triunfar en el atletismo, sobre todo en pruebas de velocidad.
De padre estadounidense y madre italiana, Jacobs nació en Texas, pero ha vivido casi toda de su vida en Italia, primero en Desenzano sul Garda y luego en Roma , donde entrena en la actualidad.