Dency Milán / @DmilanFrom
La pandemia de la COVID-19 ha trastocado todas las actividades cotidianas en el mundo, y el béisbol no ha sido la excepción. Con el incremento de los casos por la nueva variante, las ligas más reconocidas pudieran estar en peligro de iniciar en la fecha prevista en su calendario regular y la participación de extranjeros.
Este es el caso de la liga Profesional de Béisbol Japonés (NPB), donde militan varios de los jugadores más destacados de Cuba. El comisionado Atsushi Saito dio declaraciones el jueves pasado asegurando que los entrenamientos primaverales, fijado su inicio para el primer día de febrero, pudieran arrancar sin los jugadores extranjeros contratados allí, en cada uno de los conjuntos. Algo que ya ocurrió en la última temporada efectuada, por las restricciones del gobierno nipón, debido a los protocolos para la entrada de extranjeros al país de la bandera del sol naciente.
Esta noticia de última hora nos remonta al impacto que puede tener en nuestra Serie Nacional de Béisbol, que comienza el 23 de enero de 2022. Sí, digo impacta, pues de todos los jugadores cubanos que juegan en tierras niponas, ocho de ellos están inscritos en nuestro campeonato doméstico, son los casos de Alfredo Despaigne, Livan Moinelo, Yurisbel Gracial, estos con los Halcones de Softbank, además de los casos de Raidel Martínez, Ariel Martínez y Yariel Rodríguez contratados en el equipo grande de los Dragones de Chunichi. También pero en el equipo de desarrollo de los Dragones harán su debut el lanzador Frank Abel Álvarez y el bateador Guillermo García.
Si tienen la fecha para presentarse desde el inicio de los entrenamientos primaverales, bien pudieran iniciar ese entrenamiento en Cuba con sus respectivos equipos debido a la negativa de poder arribar a suelo japonés.
Ahora la cuestión está en el contrato firmado por la Federación Cubana de Béisbol, que aún sigue sin su presidente, si lo jugadores pueden intervenir o no en el campeonato doméstico.
Te puede interesar: LLEGÓ LA PRESIÓN: Fraccari camino a Cuba a exigir Presidente de la Federación de Béisbol
La disyuntiva se hace mayor, una, el contrato, dos, el uso de estos jugadores que van a participar en un béisbol de mayor calidad y mucho más exigente. Si el contrato les permite jugar en Cuba en estas fechas donde ellos deberían estar en Japón, tendrán que ponerles alguna restricción a los managers de la Serie Nacional de Béisbol, pues todos sabemos cómo se dirige y las carencias que tienen los equipos, sobre todo en el área de los lanzadores, y una sobre utilización pudiera dar al traste con una lesión, que le privaría de cumplir su contrato.
De cumplirse esta predicción del comisionado japonés, y los cubanos contratados allí no pueden incorporarse hasta marzo, puede existir la opción de que los equipos de la Serie Nacional en sus respectivas provincias, pudieran usar a estos jugadores desde el comienzo del campeonato.
Las preguntas vienen de todos lados: ¿Podrán jugar aquí hasta su incorporación en Japón?, ¿Tendrán restricciones al poder jugar aquí en el inicio de la serie por parte de la Federación Cubana? ¿Los jugadores estarían dispuestos a iniciar su con sus provincias? ¿La forma física de ellos les permitirá rendir y aportar a sus equipos?
Muchas interrogantes y mucho que definir, tendrá la Federación Cubana de Béisbol y el comisionado de la Serie Nacional de Béisbol. O solo tendrán que hacer un comunicado, si estos atletas destacados no van a viajar hasta marzo, explicando él porque aún confirmados en las nóminas y en suelo patrio, no jugarán con sus respectivos equipos. Pero todos conocemos el nivel de hermeticidad de las organizaciones que rigen la disciplina de béisbol en Cuba. Por lo que quedaría todo en rumores y suposiciones sin definir.
Por el bien de los jugadores y el béisbol cubano en sí, ojalá la situación mejore y estos jugadores puedan iniciar desde el primero de febrero su participación en suelo japonés. Solo el tiempo dará las respuestas certeras.