Por Antonio Palma Enseñat
Parece repetitivo, pero así de soberbia va siendo cada salida al diamante del zurdo cubano Cionel Pérez en esto tres meses de temporada en el mejor béisbol del mundo.
La noche de este jueves no fue diferente y el nativo de la provincia de Matanzas volvió a hacerse cargo del octavo inning en el primer juego de la serie que Baltimore Orioles inició frente a Los Ángeles Angels en Camden Yards.
Con ventaja de tres anotaciones y teniendo en cuenta que el miércoles solo tiró seis pitcheos, el manager Brandon Hyde no lo pensó dos veces para traer al relevista cubano por segunda noche consecutiva para que le dejara la escena lista al cerrador Jorge López.
Y Cionel entró como de costumbre y salió ileso con tan solo nueve lanzamientos ante una poderosa tanda como la de Mike Trout, Shohei Othani y Taylor Ward.
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A Trout intentó pasarlo con dos rectas a 97mph, pero en ese segundo pitcheo el considerado mejor pelotero del mundo sacó rápido los brazos para conectar un peligroso batazo muy bien fildeado por el centerfielder Cedric Mullins, quien tuvo que desplazarse varios metros para hacerse de la esférica cerca de los colchones.
El resto fue más fácil, o al menos así lo hizo ver Cionel, rectándole sendos ponches al fenómeno japonés Othani y a Ward.
Al nipón lo trabajó todo el tiempo con lanzamientos pegados y lo dominó sin dificultades con tres sliders a las que hizo swing al aire. Mientras que Ward se mostró indefenso ante la combinación que le mostró Cionel, un típico 1-2-3 como en el boxeo, recta a 97mph, sinker también de 97mph y su arma letal, slider a 85mph que lo congeló en cajón.
En total solo necesitó nueve lanzamientos (ocho strikes y una bola) para su lograr su onceno hold número del año, lo que ilustra su eficacia en los finales de juego.
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De esta forma Cionel completó otra salida de lujo que lo hace candidato a luchar por un cupo al All Star Game, aunque le puede pasar factura no ser un pelotero muy mediático.
Sin embargo, sus estadísticas cada día lucen más extraterrestres con un PCL de 0.96, WHIP de 1.25, le batean para un ínfimo .238 AVE y ahora acumula 27 ponches en 28 entradas de labor, casi uno por inning.