EXCLUSIVA: Juego FINAL de Winnipeg’99 y por qué Omar Linares NO ES el mejor pelotero de Cuba

Por José Alejandro Rodríguez El estelar lanzador pinareño y de Grandes Ligas, José Ariel Contreras, estuvo invitado al Show de Swing Completo. En aquel entonces, Contreras, campeón de la Serie Mundial del año 2005 con los Chicago White Sox, causó gran polémica en las redes sociales de manera casi inmediata, al confesar que sus tres […]

Por José Alejandro Rodríguez

El estelar lanzador pinareño y de Grandes Ligas, José Ariel Contreras, estuvo invitado al Show de Swing Completo. En aquel entonces, Contreras, campeón de la Serie Mundial del año 2005 con los Chicago White Sox, causó gran polémica en las redes sociales de manera casi inmediata, al confesar que sus tres mejores peloteros cubanos de todos los tiempos eran Luis Giraldo Casanova, Orestes Kindelán Olivares y Antonio Pacheco Massó.

Además, Contreras agregó: «tal vez digan que estoy loco, pero no siempre podemos fijarnos en los números, porque a veces son algo engañosos».

Cuestionado por no incluir a Omar Linares en la lista, quien es para muchos especialistas y aficionados el número uno de Cuba en la historia, Contreras dijo: «Cuando Casanova se fue a Pinar del Río, el “caballo” del equipo, en mi opinión, no era Linares, era Yobal Dueñas. Yobal se echaba el equipo arriba».

Para ratificar su selección, en lo que respecta a Orestes Kindelán, Contreras reveló detalles inéditos y muy interesantes sobre la final de los Juegos Panamericanos de Winnipeg 1999, donde el equipo Cuba se coronó campeón.

«En Winnipeg, yo picheo el sábado contra Dominicana durante siete innings. Luego jugamos el domingo contra Canadá y ganamos 3×2 con jonrón de Linares. Al día siguiente, le dije a Alfonso (Urquiola, director del equipo Cuba) que me diera la bola que yo iba a abrir de nuevo», con contó el estelar lanzador pinareño, antes de relatar la conversación que tuvo con Pedro Luis Lazo antes de comenzar ese importante partido.

«Yo se lo había dicho ya a (Pedro Luis) Lazo antes en el hotel, pues él y yo siempre hablábamos mucho en la habitación, pero el manager era el que decidía eso, claro está. “Mi perro” (así se dicen de cariño Lazo y Contreras) ya había lanzado demasiado, yo quería abrir el juego, caminar tres entradas y que luego viniera el (de relevo) y lanzara igual tres innings».  

«El equipo de Estados Unidos nos había ganado ya 14 a 7 en la etapa regular. Yo estaba inspirado y el equipo Cuba estaba bueno. Le dije a Lazo que le iba a caer a piedra pegada (a los estadounidenses) y a tenedor por el piso. Si ellos hacían una carrera primero que nosotros, perdíamos ese juego. Pero el primero que anotara ganaría, de eso yo estaba seguro».

La respuesta de Lazo fue corta y sencilla, según dijo Contreras: «Mi perro, vamos para arriba del lio».

El diestro pinareño, explicó en el show, que cuando habló con Urquiola, el manager no quería darle la bola para abrir ese importante juego: «No quería ponerme a lanzar. Me dijo que me iba a poner atrás (de relevo), pero yo le dije que era más importante aguantar alante. Si esa gente hacía carrera primero, no le íbamos a ganar más nunca. (Urquiola) me insistía que yo había lanzado dos días antes, pero yo sabía que podía hacerlo bien tres entradas al menos, más que eso no, pero tres sí las podía tirar bien. Al final, lo convencí».

«Cuando el equipo me ve calentando, vienen Linares, Pacheco y Kindelán y me dicen “esto no es a la fuerza asere, ¿tú estás loco?”. Yo les respondí: “A esa gente hay que aguantarla y yo lo puedo hacer, después viene Lazo atrás y luego cualquier otro”. Yo realmente me sentía bien ese día y ya Vera había pitcheado, (José) Ibar también y a Faustino (Corrales) le molestaba el brazo. La cosa estaba fea, era yo el hombre, no había otro».

«En ese momento me dijo Kindelán: “Negrón, esto no es a la fuerza, yo quiero ir para Varadero, llevar a los negritos míos para allá con la manillita y el todo incluido” y yo le respondí: “Ven acá mi hermano, ¿por qué tú crees que yo quiero pitchear? Esa semanita a mí no me la quita nadie”», dijo Contreras, entre risas.

«Kindelán me abrazó y me dijo que aguantara en el box y que si en el primer inning se embasaba alguien, yo iba a estar ganando rápido 2×0 porque él iba a meter la pelota por arriba de la mata y del río que se veía en el jardín izquierdo».

Recordemos que en el cuarto inning de ese partido, el cuarto bate Orestes Kindelán, desapareció la pelota por el mismo lugar que había advertido a Contreras, para dar la primera carrera al equipo Cuba contra el fuerte elenco estadounidense. Acto seguido, Gabriel Pierre lo imitó, en largo batazo por el jardín derecho, poniendo el choque 2×0.

«Por eso digo que Kindelán es el mejor, por eso digo que esos tres son los mejores: Kindelán, Casanova y Pacheco. Los números son muy fríos. Yo jugué con los tres y también con Linares, pero esa es mi opinión», explicó Contreras

«Luego del jonrón, Kindelán viene donde estoy yo y me dice: “Negrón, aguanta un poquito más ahí que en el otro inning, cuando venga de nuevo, se la voy a sacar por encima de la pizarra del jardín derecho”. Entonces, dio la vuelta (a la alineación) y (en el sexto episodio) se embasó Linares y vino a batear Kindelán y la sacó por donde me había dicho», recuerda.

«Después de ese segundo jonrón, Kindelán se acercó a mí y me dijo: “Ahora si tienes que ganar con esas cuatro carreras. A ese blanco no le vamos a hacer más nada, el tipo está encendido. Esto es tuyo ahora” y yo le contesté: “Tranquilo, con esas sobran” y ahí está el resultado, ganamos 5×1».

Contreras cuenta que desde el mismo comienzo del juego, había preocupación en el equipo sobre sus posibilidades en el box:

«El primer bateador, Dave Roberts, hoy manager de Los Angeles Dodgers, me dio jit al jardín izquierdo y rápidamente Kindelán, Pacheco y Linares se acercan a mí y me dicen que no hiciera fuerza, que yo no podía lanzar ese juego. Les dije que fueran a sus posiciones, que eso era mío. A partir de ese momento, empecé a tirar rectas de 96, 97 y 98 millas y caminé sin problemas».

«En el tercer inning, me dice Urquiola que ya iba a terminar de lanzar y le respondí que como único me sacaba era fajándose conmigo. Le pedí confianza y que me dejara caminar un poco más».

José Ariel Contreras lanzó en ese juego ocho entradas completas, permitió solo cuatro jits, una carrera y pochó a 13 bateadores rivales.

«Cuando terminé el octavo, Urquiola me dijo que ya era suficiente, que me iba a lastimar el brazo. Le pedí que me dejara terminar, que solo me faltaban tres outs. Pero no me hizo caso», dijo Contreras jocosamente.

Maels Rodríguez cerró de manera formidable el partido, con tres ponches propinados a los tres bateadores que enfrentó. Cuba se coronó campeón de los Juegos Panamericanos. Orestes Kindelan bateó de 4-3 con dos jonrones y tres carreras impulsadas.

«Cosas como esas las hacía Casanova, incluso ya veterano lo hacía. También lo hacía Pacheco y lo hacia el Kinde. Por eso para mí, ellos son los mejores», concluyó Contreras.

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