Cuba fuera del Torneo de Rotterdam, la vergüenza, el gran favor

Por Alexander García Milián

Esto pasa quizás para algunos como una bomba, para otros como una mala noticia y para unos pocos, como un hecho concreto que sigue demostrando que nuestro béisbol esta patas arriba.

Hace pocas horas conocimos que Cuba no asistirá al torneo de Róterdam, en Holanda, un evento ideal, durante muchos años, que dejaba la posibilidad a nuestra pelota en la arena internacional, de ahogar muchas de las penas y malas caras que provocaban nefastas actuaciones.

¿Por qué el hecho?, sencillo, en la versión anterior, la última en la que participo una escuadra antillana, el consuelo fue el último lugar. En esa ocasión los dirigidos por Vladimir Hernández, quedaron en el fondo de la tabla con saldo de tres victorias y cuatro derrotas.

De hecho hay sitios afirmando que Cuba no va al evento «pues ha sido incapaz de preparar un equipo competitivo».

Entonces en esta oportunidad, los locales, le dieron de lado a la participación antillana, por primera vez desde 1993.

Con ello se fue uno de los grandes favores que le hacían a la Comisión Nacional, algunos de los miembros de la FIBA.

Sí, la posibilidad de ganar, enfrentando a equipos como Aruba y Curazao- con los cuales se perdió incluso- y no una sola vez; además de otros rivales de categoría, no sé… universitaria, diría para acotar algo.

Miren, era ese el show perfecto, el contexto ideal para que tipos como Víctor Mesa, allá en 2012, al ganarle un sufrido partido a Puerto Rico, montará un acto circense con Yuliesky Gourriel , con deslizamiento en el home incluido. Entonces empezaban las ovaciones, comenzaban las adulaciones, en fin; Róterdam era el gran pretexto.

La otra cara

De acuerdo con varias fuentes, relegadas al anonimato en esta ocasión, estos eventos, eran los que servían para traer televisores, refrigeradores, comprar ropas, regalos; algo no igual para todos,- los pinchos siempre pescaban más- pero sobre todo muy importante para los peloteros.

Es que con el dinero recibido como viático se resolvían varios problemas para los atletas; incluso la posibilidad de desertar y buscar otros horizontes, vean los casos de Aledmys Díaz y Aroldis Chapman.

Con el paseo por tierra holandesa, varios jugadores podían terminar con muchas de sus necesidades. Ahora, en este 2019, quizás los que pensaban en esto, deberán esperar a la Liga Can- Am y a otros escenarios, pero los organizadores de Róterdam se las dejaron en la mano a los federativos.

Los platos rotos siempre lo pagan los atletas, los dirigentes, como se vio en la Serie del Caribe, ellos siempre irán a cualquier torneo que aparezca, o que inventen, como el de El Salvador; estos compañeros siempre ganan.

Estimados lectores, muy pronto volveremos sobre estos temas, espérelos…

Nos vemos a la vuelta.

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