Por Darién Medina
Major League Baseball lo ubicó en el lugar 16 entre los 30 prospectos de los Bravos de Atlanta en 2021. Tiene 25 años y lanza a la derecha. Su nombre es Daysbel Hernández y durante dos temporadas fue parte del equipo pinareño en la Serie Nacional, un breve tránsito en el que acumuló 14 juegos lanzados, todos como relevista sin alcanzar victorias ni derrotas, tampoco juegos salvados.
Los reportes catalogan su recta entre las 95 y 98 millas, además de un rompimiento muy por encima de la media, en el sistema de Ligas Menores acumula siete victorias con cuatro derrotas y un promedio de limpias de 2.88 en 90.2 inning de actuación, los Cañeros de Los Mochis en el béisbol mexicano contaron con su servicio en la actual campaña.
«Estoy sumamente agradecido con Los Cañeros por darme la oportunidad, por confiar en mí. Es un béisbol fuerte, me gustó mucho y espero seguir ayudándolos en el futuro», comentó Dyasbel sobre esta experiencia a SwingCompleto en entrevista concedida vía internet.
En la Liga Arco Mexicana del Pacífico alcanzó una victoria y misma cantidad de derrotas, dos juegos salvados, actuando en 8.1 innings con un promedio de limpias de 3.24 y un WHIP de 1.20
Daysbel debutó en la Serie Nacional 2014-2015, apenas completó 8.2 inning de labor. «Fue una experiencia corta, a pesar de no aportarle mucho al equipo, porque era uno más del conjunto, pero me ayudó mucho mentalmente y fue ahí cuando pude entender que, en Cuba, solamente es por el nombre, pero aquí, es por los resultados que se tengan y le doy gracias a Dios por la oportunidad que se me dio en Pinar del Río, pero tocaba seguir adelante».
La coincidencia con varias figuras en el staff de picheo pinareño le restaron las oportunidades para demostrar su talento, Daysbel opina que mereció mucho más. «Estaban Vladimir Gutiérrez, Liván Moinelo, pero sinceramente yo creo que todos merecemos una oportunidad, ese derecho de la duda, no me lo dieron y tuve que salir a buscarlo en otro lugar».
Fueron decepciones mayores, las que determinaron su decisión de salir del país, el peso de una palabra y las acciones pueden cambiar muchos destinos. «Recuerdo un día, cuando el equipo se encontraba en la Serie del Caribe estaba enfermo, llegué al estadio Pepe Chepe de la ciudad pinareña para jugar entre los compañeros», nos comenta, «Y un entrenador del que no voy a decir el nombre me faltó el respeto. Creo que esa fue una de las cosas que más me decepcionó de la pelota cubana y por eso decidí irme, otra de las acciones que lo determinó, fue que en la etapa que estuve lesionado, la única persona que estuvo para mí, que me ayudó y al que le agradezco eternamente, se llama José Manuel Cortina».
Tras su salida del país Daysbel vivió momentos difíciles, fueron años en los pudo haberse rendido, nunca lo hizo. «Me mantuve firme y supe que mi momento tenía que llegar y llegó, estoy eternamente agradecido con Dios primero y luego conmigo, por haber dado este paso».
Su primera temporada como profesional llegó en el 2018, y aunque sin presentar grandes números constituyó el primer contacto con un béisbol muy diferente al que se había enfrentado en Cuba. «El primer año no fue bueno, fue de adaptación, ya en el segundo gracias a Dios fue diferente, lo más difícil que se me ha hecho y todavía se me hace es el idioma, ya el segundo para mí fue mejor gracias a Dios, las cosas me salieron bien, en lo personal, siento un crecimiento deportivo, aunque todavía me falta mucho más por aprender, pero todo en la vida es un proceso».
El 2020 pudo haber sido un año para confirmar su crecimiento, pero las afectaciones llevó a la cancelación de la temporada en las Ligas Menores, sin competencia en los terrenos su preparación no se detuvo. «Desconocía las expectativas que el equipo tenía conmigo, estaba con la mentalidad de comenzar en AA, pero de no haber sido así tampoco me afectaría, porque yo sigo enfocado».
Aun cuando su nombre aparece en el selecto grupo de los jugadores más talentoso de la franquicia para el pinareño no hay razones para la autocomplacencia. «Gracias a Dios y por el trabajo que he realizado estoy en la lista de prospectos, pienso que eso no define, si no trabajas, no logras nada, mi meta es llegar a las Grandes Ligas y mantenerme».
Con Pinar del Río quedaron deudas esas que algún día sueña poder saldar. «Siempre he dicho que me encantaría jugar en Cuba, con el equipo que no tuve muchas oportunidades, me gustaría volver a sentir a la afición pinareña, lo que es el béisbol de verdad, pero no es algo que decida una sola persona», concluyó.