Por Andy Lans / @DeportesAndy
Cuando el lanzador Leandro Hernández arribó legalmente hacia República Dominicana procedente de Cuba, no contaba con el físico para lanzar con la estabilidad que hoy posee. Gracias a un minucioso trabajo en la Academia JKH con Jorge Herrera, el diestro de la provincia Matanzas suelta la bola a unas 90-93 mph.
Ha perfeccionado la slider como su arma secreta, mejoró su mecánica de lanzamiento y ha brillado en la filial de los Miami Marlins en la Dominican Summer League (DSL).
Al momento de redactar esta entrevista, Leandro acumula 6.0 innings en cuatro encuentros correspondientes a la DSL 2022. Registra 1.50 de efectividad con una victoria y par de salvamentos. Pero lo más destacable de su actuación, radica en sus ocho ponches sin propinar bases por bolas.
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“A la hora que me dieron la noticia, pensé primero en mi abuela materna. Ella siempre ha estado en contacto conmigo, pendiente de todo lo que necesito. Fue la primera que llamé. Luego se lo dije a mis padres” nos cuenta Leandro sobre el momento en que conoció que se uniría a los Marlins.
“Salí de Cuba para cumplir un sueño. Todo pelotero cubano y del extranjero quiere jugar en el mejor béisbol del mundo. También quería ayudar a mi familia” añade el chico de 20 años.
¿Recuerdas tus comienzos en la pelota?
—Comencé a eso de los seis o siete años en el poblado de Santa Marta (cerca de Varadero) con el entrenador Ángel. Cuando uno es pequeño se divierte bastante. Jugaba en las posiciones del infield. Ya a los 15 años me inclino más por lanzar. Siento más adrenalina en esta función.
Trabajaste con los Cocodrilos de Matanzas en la Serie Nacional ¿Qué enseñanzas sacaste del máximo nivel beisbolero de tu país?
—La Serie Nacional fue una buena experiencia. Aprendí mucho allí con mis compañeros. Mi mejor recuerdo del campeonato es la victoria que coseché ante Azucareros de Villa Clara después de lanzarles 5.0 entradas.
Tu ídolo en la pelota.
—Mi ídolo es el venezolano Félix Hernández. Desde que lo vi en Grandes Ligas me motivé a ser como él en un futuro. Me visualizo en su estilo de picheo y en cada envío suyo al plato.
Unas palabras a los que siguen tu carrera.
—El progreso desde que salí de Cuba ha sido muy grande. Al llegar aquí todo fue diferente. Estaba solo. Aquí se entrena en la mañana y en la tarde. Pero sigo firme para conseguir mis metas. A los que me apoyaron en Matanzas, y ahora en los Marlins, les agradezco las felicitaciones. Sigan mi trayectoria porque lo daré todo.