Hablar de Liván Hernández es hablar, sin dudas, de uno de los lanzadores cubanos más trabajadores en la historia de las Grandes Ligas, sus 17 temporadas, con 519 salidas y 3189 entradas lanzadas así lo demuestran; pero su trabajo fue bien recompensado pues en toda esa trayectoria se logró hacer de una amplia fortuna.
Liván salió de Cuba en 1995 con apenas 20 años y ya en 1996 había firmado con los entonces Marlins de la Florida por 4.6 millones y cuatro temporadas, cobrando 1.05 millones en su año debut y resultando el jugador más valioso de la Serie de Campeonato y la Serie Mundial de 1997, misma que ganaron los Marlins ante Cleveland.
Casualmente ambas franquicias han sufrido cambios en su nombre, pues el equipo de la Florida ahora se denomina los Marlins de Miami, mientras que los entonces Indios ahora se denominan los Guardianes.
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Tras cuatro temporadas con los Marlins, en las que tuvo balance de 24-24, con efectividad de 4.39 en 469.2 entradas lanzadas, Liván firmó por los Gigantes de San Francisco, por tres campañas y 10.475 millones de dólares. Con este equipo ganó 45 juegos y perdió igual cantidad, sumando 110 aperturas, 746.1 entradas y PCL de 4.44.
Ya en 2003, con 28 años, se vistió con los colores de los desaparecidos Expos de Montreal, hoy Washington Nationals, por dos años, ganando un salario total de 7.125 millones de dólares.
Tras el cambio de estructura y de locación de la franquicia, el nacido en la Isla de la Juventud se mantuvo por dos años más, acumulando 16 millones en concepto de salario. En 2009 firmó con los Mets de New York por un millón y en 2010 regresó a los Nacionales, en lo que fueron dos de sus tres últimas temporadas, cobrando salario de 900 mil en 2010 y un millón en 2011.
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Su año despedida comenzó con los Cerveceros en el 2012, ya con 37 años y cobrando 750 mil dólares, aunque finalmente fue canjeado a los Bravos de Atlanta, equipo con quien finalmente cobró los últimos 331 mil dólares de su nómina salarial.
En total, Liván alcanzó un salario total de 53 millones, 147 mil, 813 dólares en sus 17 años en Grandes Ligas, pero a pesar de eso, en el año 2017 se declaró en quiebra. Liván afirmó que debía hasta $ 1 millón a unos 50 acreedores. Una gran parte de esa deuda se debía a las compañías de tarjetas de crédito, a los bancos y al IRS.
En el juicio celebrado el 10 de julio de ese 2017 ante un tribunal federal de Fort Lauderdale, declaró que le debía alrededor de 220 mil dólares a un empresario local que le otorgó un préstamo y que sólo contaba con unos 50 mil en activos.
Con datos de Spotrac