Por Yasel Porto
Este domingo 11 de octubre cumple años uno de los lanzadores más destacados en la historia del béisbol cubano, Orlando “El Duque” Hernández, cuyos resultados en el béisbol cubano y las Grandes Ligas lo convirtieron en una verdadera leyenda.
Nacido en La Habana (aunque las fuentes oficiales dicen erróneamente Las Villas), el mítico exjugador ha estado vinculado durante estos días como analista de la prestigiosa cadena ESPN en la cobertura de la postemporada 2020 de la pelota estadounidense de primer nivel.
Aunque “El Duque” ha realizado declaraciones controversiales con respecto al acuerdo entre la Federación Cubana de Béisbol y la MLB, ha dejado claro que su posición no tiene que ver propiamente con los peloteros cubanos.
En un encuentro con uno de los miembros de Swing Completo, el cuatro veces campeón de la Serie Mundial de Grandes Ligas (1998-2000 New York Yankees, 2005-Chicago White Sox), manifestó que sería bueno que Cuba pudiera jugar un Clásico Mundial con todos los peloteros que sobresalen en las ligas de mayor nivel, incluido jugadores que brillan dentro de la Serie Nacional de la Isla.
A su vez consideró que los peloteros cubanos siempre han estado unidos, que solo los ha separado la distancia física de jugar en lugares diferentes como fue en su caso, pero que en lo sentimental nunca ha habido una separación. No obstante, consideró que debe existir un reencuentro de muchos que hoy están alejados de una forma y otra porque el béisbol cubano lo necesita.
Sobre Cuba en sentido general dijo que para él Cuba está por encima de todo. «Soy 100 % cubano y lo demás no me importa. Eso es lo que vale», consideró el mítico número 26 que todavía ostenta el récord histórico para la pelota cubana en promedio de ganados y perdidos (126-47, .728).
“El Duque” lanzó en Cuba entre 1987 y 1996 con los equipos capitalinos (Industriales y Ciudad Habana) llegando a la selección nacional en el Mundial de 1988 hasta 1995. En ese período destacó su título olímpico en Barcelona 1992. Fue suspendido en 1996 por presuntos planes de salir del país, y ya en 1998 comenzó su carrera profesional en Estados Unidos no sin pasar por un proceso bien complejo desde que fue sancionado y hasta firmar con los Nueva York Yankees por 6.6 millones.
Su éxito en Grandes Ligas fue desde su debut mismo cuando se convirtió en uno de los líderes del staff de pitcheo de los antológicos Yankees con quienes ganó tres títulos consecutivos. Pese a las constantes lesiones logró lanzar por casi una década en la que sumaría otra corona más, ahora con los Medias Blancas de Ozzie Guillén en el año 2005.
En los últimos tiempos “El Duque” ha trabajado como scout de la organización neoyorquina además de su vínculo como analista de los juegos que transmite la prestigiosa cadena ESPN.
Es uno de los pocos peloteros que salieron de Cuba que nunca ha regresado, aunque siempre ha mantenido su promesa de volver a su tierra querida y reencontrarse con muchos amigos del pasado y hasta compartir un rato con la famosa peña del Parque Central.