El curioso récord que comparten José Abreu y Alfredo Despaigne en Series Nacionales

En 1989, en la XXXVIII Serie, Orestes Kindelán logró lo que ningún bateador cubano logró hasta entonces, la triple corona de Bateo, en su caso en la llamada Liga Oriental. En ese torneo su average fue de .404 y conectó 24 jonrones.

El otro en lograrlo fue el niño prodigio de nuestro béisbol, Omar Linares Izquierdo, pero en su caso; por partida doble. En 1990, durante la XVI Serie Selectiva, igualó la hazaña del palmero y en esa ocasión bateó para .411 y conectó 20 bambinazos. Seis años después, pero ahora en una Serie Nacional, la XXXV, conectó para 403 y volvió a despachar 20 para la calle. Sólo para extraclases.

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