Por Juan Páez
Este martes fue el día en el que el Salón de la Fama de las Grandes Ligas anunció la que sería la nueva clase de inmortales. Para sorpresa, nadie logró el anhelado 75 por ciento de los votos para entrar al grupo de élite. El exlanzador Curt Schilling fue quien más estuvo cerca, con 71.1 por ciento, pero se quedó corto, algo que celebró el cubano José Canseco a través de su Twitter. Todo terminó en una tángana virtual entre ambos ex figuras de la Gran Carpa.
Justo alrededor de la hora en la que se conocieron los resultados, el siempre polémico Canseco tuiteó: “Curt Schilling sería una desgracia para el Salón de la Fama”, dándole largas a la rivalidad entre ambos, que data desde comienzos de siglo. Incluso en el 2007, el antillano llamó “hipócrita y mentiroso” a Schilling por mentir ante el Congreso y aseguró que nadie tomaba “en serio” al exserpentinero de los Medias Rojas de Boston.
Schilling no tardó en hacerles frente a las palabras del antiguo slugger de los Atléticos de Oakland. “Ni cerca a la desgracia que tú y tu carrera fueron para el juego”, respondió el derecho, quien pidió no ser incluido en las próximas boletas de votación para ingresar a Cooperstown pese a que será su último año en las papeletas. Solo 16 votos, cuatro menos que el año pasado (20), separaron a Schilling de tener una placa en el lugar soñado por cada pelotero que pisa un diamante de las Mayores.
A esto, Canseco solo respondió con un video de la mencionada vez en el Congreso, cuando varios peloteros fueron citados para declarar sobre el uso de esteroides. En el material audiovisual se ve a Schilling diciendo: “En 19 años en las Grandes Ligas, jamás he visto una jeringa, más allá de las que un médico receta a un jugador. Nunca he visto esteroides”.
Minutos después, Schilling replicó nuevamente desde su cuenta de Twitter: “Hiciste toda la trampa del mundo y aun así te dominé”.
Aunque la respuesta de Schilling es completamente cierta, ambos se vieron las caras en tres ocasiones a lo largo de sus trayectorias, todas en la temporada de 1990, cuando Schilling estaba con los Orioles de Baltimore y José todavía militaba en las filas de los Atléticos. El exlanzador sacó la mejor parte, pues dominó a Canseco en cada una de esas apariciones, con ponche incluido.