Por Franco Miguel Alvariño
Los actuales campeones de las Grandes Ligas de Béisbol, los Ángeles Dodgers derrotaron en el choque correspondiente al sábado, 17 de julio, a los Rockies de Colorados, en un juego celebrado en el “Coors Field”, mismo estadio donde se celebró el Juego de las Estrellas.
En dicho desafío, Darién Núñez hizo su tercera aparición en el mejor béisbol del mundo. El zurdo entró en la parte baja de la novena entrada, en sustitución de Blake Trainen, para apuntalar un choque que su equipo ganó por amplio marcador de 9×2.
El tunero se mostró dominante y solo necesitó ocho lanzamientos –todos ellos strikes- para retirar el noveno capítulo. Al primer bateador que enfrentó fue a Trevor Story, a quien envió al banco por la vía del ponche, y significó su quinto estucado en cuatro innings de actuación.
Luego, obligó a que Ryan McMahon bateara rodado por la inicial. Para concluir, hizo lucir mal a C.J. Cron, pues lo doblegó con un cambió de bola y provocó que su bate se rompiera, al conectar un batazo inofensivo al guante del propio lanzador.
Núñez debutó en las Mayores el pasado 9 de julio, en un juego frente a los Arizona D-Backs. En ese partido trabajó dos entradas completas, permitió un hit y dos anotaciones, una de ellas sucia, ponchó a tres oponentes y cargó con la derrota, la única hasta el momento. Dos días después volvió a lanzar, pero no tuvo decisión.
Todavía el lanzador cubano tiene muy pocas actuaciones en la Gran Carpa para medir resultados. El salto de Ligas Menores a jugar con los mejores del planeta requiere un período de adaptación, aún así exhibe números que hacen presagiar el inicio de una gran carrera.
En cuatro entradas lanzadas ponchó a cinco rivales. Además, solo permitió dos carreras limpias para un aceptable promedio de carreras limpias de 4.50. Aún más impresionante es su Whip (promedio de corredores embasados por entradas) que es de 0.75, lo que demuestra su dominio sobre los bateadores, apoyado en un control que le ha permitido no regalar boletos.