La selección cubana participante en el V Clásico Mundial de Béisbol consiguió avanzar hacia la segunda ronda del certamen, por lo que deberá viajar a Tokio, Japón, en los próximos días para enfrentar a Australia, pero antes Luis Robert Jr. conversó con la prensa cubana.
Previo a trasladarse a la capital japonesa los antillanos tuvieron su último entrenamiento en la ciudad de Taichung, escenario en el que la revista JIT aprovechó para conversar con el mencionado jugador acerca de cuan efectiva es dicha preparación.
El actual jugador de los Chicago White Sox explicó que en el béisbol hay que ser perseverante, trabajar día a día, aunque el resultado no sea el que se espera. Dicha declaración se adecúa con su rendimiento durante los juegos pasados, en los cuales su average de bateo fue de menos a más.
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“Como todos vieron, perdimos los primeros dos partidos donde la ofensiva estuvo súper mal. Sin embargo, el pitcheo estuvo bastante bien y eso es importante. Mientras el pitcheo esté bien, pienso que el equipo puede hacer su trabajo”, aseguró.
Luis Robert Jr. es de los peloteros que más confianza depositaron directivos y aficionados para favorecer la producción cubana. Algo que no sucedió como se esperaba, pues el guantanamero concluyó la fase de grupo con un promedio de .263, estadística que se quedó muy por debajo si se tiene en cuenta que siempre alineó como titular.
Pudo conectar cinco indiscutibles, de ellos uno fue doble; impulsó tres carreras y anotó una. Mientras, fue retirado en siete ocasiones por la vía del ponche, departamento que encabeza entre los jugadores cubanos.
Luis Robert Jr. antes viajar a Tokio
A pesar de esta actuación, Robert muestra una actitud positiva de cara al siguiente enfrentamiento con el equipo australiano. Al respecto comentó que la mentalidad es salir a divertirse, como lo hicieron en las últimas salidas ante Panamá y Taipei de China.
También se refirió a la importancia que tiene para conseguir la victoria el buen ambiente que se vive entre los integrantes del conjunto, el cual calificó como un bonito reencuentro porque con muchos de ellos había jugado en categorías inferiores en Cuba y con los demás había mantenido el contacto estando en Estados Unidos.