Por Swing Completo / contacto@swingcompleto.com
Que en cada evento internacional Cuba haya tomado parte con muchos miembros oficiales y no oficiales que pertenecen sobre todo al Ministerio del Interior no es secreto para nadie. Incluyendo atletas con misiones encubiertas, y algunos que formaron parte o aún tienen un vínculo conocido con las FAR o el el MININT, nuestro país ha tenido su protagonismo alrededor de este fenómeno.
Pero una nación sigue mostrándose en la élite en tal sentido, y durante los Juegos Olímpicos se lucieron en eso de deportistas afiliados a las Fuerzas Armadas y la Policía.
Se trata nada menos que de la poderosa Rusia, que bajo el nombre de Comité Olímpico Ruso ganó 71 medallas, su mejor resultado del país en 17 años.
Lo interesante del caso es que prácticamente la mitad de esas preseas fueron ganadas por gente del ejército, llámese Ministerio del Interior o la Rosgvardia.
Por ejemplo, la subcampeón individual de esgrima Sofía Velíkaia, ganadora en el por equipos del título en la capital japonesa es capitana de las fuerzas armadas, al tiempo que Vitalina Batsarashkina, bicampeona en tiro, es teniente del Servicio de la Guardia Federal.
Otro de los multimedallistas en Tokyo 2020 fue un sargento mayor de la policía. Se trata del también tirador Evgueni Rilov, quien se alzó con dos metales áureos de forma individual y una presea plateada en la competencia colectiva.
Además de esto cabe resaltar que los atletas que son parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado o en el ejército componen casi la mitad de los que se proclamaron monarcas en la más reciente cita ecuménica.
Muchas de estas instalaciones se crearon como estructuras departamentales y se mantienen activas, por lo que los mejores atletas de todo el país se siguen formando allí al contar con las mejores escuelas y entrenadores en una lista donde sobresalen los conocidos CSKA (Club Deportivo Central del Ejército) y el Dinamo (sociedad deportiva del Ministerio del Interior).
Lo que reflejan los medios y datos oficiales rusos es que nadie obliga a los deportistas a prestar servicio en los cuarteles militares, pues estos más bien lo que hacen es recibir títulos por sus méritos como atletas.
“La promoción depende del rendimiento deportivo. La categoría oficial de los deportistas del equipo de la plantilla es la de capitán, por lo que cualquier deportista tiene la oportunidad de llegar a este rango militar o incluso superarlo un poco por méritos especiales”, dijo el jefe del CSKA, el coronel Artem Gromov, en la emisión del programa local Entre tiempos.
Esto quiere decir que los atletas de los clubes y sociedades reciben títulos tras sus éxitos en competiciones internacionales, una práctica habitual en la URSS. Hoy existen básicamente dos categorías: los militares y los civiles que han firmado un contrato.
“Tenemos un consejo de expertos que recomienda a qué deportistas destacados de Rusia tiene sentido invitar al servicio militar y con quién firmar un contrato”, explica el servicio de prensa del CSKA. “No es una mala ayuda financiera para los deportistas, también reciben un salario del club del ejército junto con los pagos adicionales por el rango militar, y después de su carrera deportiva pueden continuar su servicio militar”.
Aunque los rusos sobresalen enormemente en tal sentido, países como Cuba, Corea del Norte, China o el mismo Estados Unidos cuentan con una dosis interesante. Además, hay que decir que en todo el mundo hay muchas estrellas del deporte que también están en el ejército, lo que les permite participar en los juegos del Consejo Internacional del Deporte Militar (IMSC), que por cierto es la organización deportiva más influyente a nivel planetario después del Comité Olímpico Internacional.