Por Franco Miguel Alvariño
El mejor abridor cubano de la actual temporada y as de los Rojos de Cincinatti, Vladimir Gutiérrez, vs uno de los bateadores de mejor progresión, el outfielder de Atlanta Braves, Guillermo Heredia. Si otro fuera el contexto, tanto el matancero como el pinareño, bien pudieran ser compañeros en el Equipo Cuba. Sin embargo, la vida los puso en caminos diferentes para hoy, caprichosamente, enfrentarlos cara a cara.
Gutiérrez porta el dorsal 53, se para de frente al home plate. Parece un veterano desde la lomita de los suspiros, pero aun es joven, le falta carretera. No obstante, luce “guapo”, recibe las señas de su receptor y envía una recta de cuatro costuras que llega a la mascota con una velocidad de 92 millas.
En la séptima entrada, el inning de la suerte no lo fue del todo para el novato diestro. Por otro lado, a su compatriota le fue mejor. Heredia, con algo más de experiencia en el béisbol de las Grandes Ligas, se abalanzó con furia sobre esa recta. Las costuras viajaron casi 400 pies por todo el jardín central en el que significó el cuarto batazo de vuelta entera para el cubano durante la actual campaña.
Tras este cuadrangular, el antillano arribó a 23 estacazos en su carrera ligamayorista y se ratificó como el pelotero ambidextro con más jonrones en la Major League Baseball (MLB) por sus siglas en Inglés. Además, pudo romper una racha adversa para él, pues acumulaba cinco juegos sin pegar hits y seis sin poder sacarla del parque.
Curiosamente, de los cuatro bambinazos que registra esta zafra, el de este viernes frente a Vladimir Gutiérrez constituyó el primero que consigue en solitario, pues los anteriores llegaron con, al menos, un corredor en circulación. Así mismo, resultó el segundo que pega en conteo de una bola sin strikes.
A pesar de que las proyecciones lo daban con siete jonrones este 2021, su frecuencia actual de uno cada 43.3 veces al bate, suponen que, al menos, pasará los 10 cuatriesquinazos antes de cerrar la temporada en curso.