Enmanuel Chapman tras sanción por incidente con Industriales: «La medida fue excesiva»

Por Darien Medina     Enmanuel Chapman estuvo en el foco de atención a finales del mes de septiembre pasado cuando fue suspendido por un año del béisbol junto a su compañero de equipo Pedro J. Almeida Tamayo, y el industrialista Lisbán Correa Sánchez, mientras que Yusnier Rosabal Ortiz también del equipo capitalino quedaba separado de la Serie Nacional, por una trifulca escenificada en el estadio […]

Por Darien Medina 

   Enmanuel Chapman estuvo en el foco de atención a finales del mes de septiembre pasado cuando fue suspendido por un año del béisbol junto a su compañero de equipo Pedro J. Almeida Tamayo, y el industrialista Lisbán Correa Sánchez, mientras que Yusnier Rosabal Ortiz también del equipo capitalino quedaba separado de la Serie Nacional, por una trifulca escenificada en el estadio Latinoamericano entre el conjunto de Holguín y el equipo local. 

    Luego de tales sucesos que involucró a casi la totalidad de los jugadores, la Comisión Nacional de Béisbol aplicó una sanción disciplinaria de mayor rigor a los mencionados anteriormente.  

    «Yo digo que esa medida fue excesiva, no se nos debió haber impuesto, porque ese incidente no fue tan grave como la gente comentó, fueron muy rigurosos con los tres, nos impusieron el año de separación, finalmente ya nos la retiraron y podemos jugar en la próxima Serie Nacional, algo que me tiene muy contento y agradecido», comenta Chapman. 

    Él comenzó en el béisbol con apenas siete años, su entrada en la EIDE fue como receptor hasta que en la academia y a partir de los consejos de Oscar Gil comenzó a desempeñarse como lanzador.  

   «Un día me preguntó (Oscar Gil): “¿A ti te gusta lanzar?” Mi respuesta fue afirmativa y me dijo: “Yo te voy ayudar a hacerte lanzador por las condiciones que tienes”. Y así mismo fue, por eso agradezco mucho a todos los entrenadores que estuvieron conmigo en cada una de las categorías». 

   Su debut en la Serie Nacional se produjo el pasado año, con 13 juegos lanzados sin decisión, propinó 14 ponches en 10 entradas en la que los oponentes le batearon para 314. «Fue un gran logro para mi llegar a la Serie Nacional y debutar contra el equipo de Villa Clara propinando un escón de ponches». 

   Sobre la actuación general de los Cachorros comentó: «No nos salieron bien las cosas como las planificamos para la temporada, todos nos entregamos, en mi caso no tuve muchas salidas y tras la sanción estoy listo para representar a mi equipo en la Serie 60 que todos la estamos esperando». 

   Más allá de los números y su debut, su primer año estuvo marcado por ese incidente de violencia que a su entender nunca debió ocurrir por parte de ninguno de los dos seleccionados.  

   «Después de la sanción lamenté mucho lo sucedido pero siempre he tenido el apoyo de mis padres que me pidieron que no dejara de entrenar y en ese período nunca dejé de hacerlo, más bien lo hacía con más fuerza y tuve mucho apoyo también de mis amigos, de todos los entrenadores. Siempre hablaban conmigo, me pedían que no dejara de trabajar, que debía convertirme en alguien mucho mejor todavía. Estoy arrepentido del incidente y me he preparado muchísimo para esta nueva temporada». 

   El levantamiento de la sanción le permitió su participación en la Serie Provincial de Holguín con el municipio cabecera, una noticia que le resultó inesperada. «Cuando me llamaron y me informaron de que ya podía participar, fue un alegrón tremendo, le dije a mis padres: tengo que ayudar a mi municipio. Le agradezco mucho a Dios que salieran bien las cosas, estuve en casi todos los juegos, ayudé mucho al equipo y le serví de ejemplo a los demás muchachos». 

   Otra noticia bien recibida por el joven lanzador fue su inclusión en el listado de la Comisión Nacional de los 116 talentos con los que se trabajará dentro del ciclo 2020-2024 en el Centro de Entrenamiento. «Me siento muy contento de saber formo parte de ese grupo. He conocido que vamos a trabajar con muchas glorias de nuestro béisbol, buenos entrenadores que nos van a transmitir todos sus conocimientos». 

   «Muchas personas en la calle o en cualquier otro lugar me hacen la pregunta de si soy familia de Aroldis Chapman pero no tenemos ningún parentesco, simplemente coincidimos con el apellido», explica el joven lanzador holguinero sobre la posible relación familiar con el estelar cerrador cubano de la Gran Carpa. 

   Este largo período sin béisbol motivado por la expansión del COVID-19 ha propiciado, como en muchos otros casos, la preparación de Chapman la lleve desde su casa, aunque en contacto directo con los entrenadores del equipo holguinero, además de la ayuda de su familia. 

   Con la nueva temporada llegará otra oportunidad, el justo momento para llevarse titulares con actuaciones que muestren su calidad como atleta en un posible rol de cerrador dentro del staff de picheo de su provincia. «Le agradezco mucho a todas las personas que me han aconsejado, que me han llevado de la mano, a todos los entrenadores le doy gracias y en especial a mis padres, mi hermano, toda mi familia que siempre está a mi lado y me ayuda mucho», concluyó. 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *