Por Jerry Díaz
Los muchachos de Avispas Santiagueras conversaron durante dos horas con Alexei Bell. Allí se tocaron muchísimos temas de interés.
El Cañón del Caney no se calló nada y contó muchísimos episodios de nuestro pasatiempo nacional.
El ambiente en Santiago de Cuba, injusticias en el Equipo Cuba, relación con Víctor Mesa, Higinio Vélez, Héctor Olivera y otros temas que dan para debatir por largo rato.
En las próximas líneas condensamos dos horas de conversación e historias.
Inicios
-Yo comienzo a jugar pelota en el campito del Caney con el entrenador Pedro “Chicho” Domínguez. Con 10 años entré a la EIDE, pero no me adapté a estar lejos de casa. Luego fui semi-interno y después estuve en la ESPA. Transité por la pirámide.
Equipo Cuba
-Muchas veces coincidí con Yuli Gurriel, Kendry Morales, Leslie Anderson, Yunel Escobar, Bryan Peña, Rikimbili (Betancour), Juan Carlos Linares.
»Mi primer equipo Cuba fue en un Criollitos de Venezuela en la categoría 15-16.
Santiago de Cuba
-En mi primer año fui el único novato. En aquella Aplanadora no tenía mucho chance de jugar. Cumplí uno de mis sueños: estar en el mismo equipo que mi gran ídolo Antonio Pacheco.
»Luego, cuando Pacheco estuvo como manager se resolvieron más cosas que antes juntando toda la historia del equipo. Nos dieron casas y carros a muchísimos de nosotros.
Víctor Mesa
–Él hablaba mucho con nosotros. Conversaba conmigo de todo, ¡de todo! Me elogiaba y decía que apreciaba mucho el tipo de pelotero que era.
»En un torneo de Holanda, en 2007, comenzaron los choques. Él decía que los orientales daban mucho palo pero teníamos problemas para chocar la pelota. Sacaba a los peloteros de juego por cualquier cosa en pleno partido. En vez de ayudarnos lo que hacía era criticar los nuestros defectos como jugadores.
»A él como jugador mucha gente quiso joderlo. Como él los tenía bien puesto, luchó y logró establecerse. Llegaron casi a botarlo de la pelota. Creo que está mal de su parte hacerle a otros lo que a él no le gustó que le hicieran.
»El día de la entrevista de Julita en que Víctor sale diciendo que yo tenía problemas en el brazo lo vi por el Noticiero Deportivo. Yo estaba entero. Tuve que aclarar el asunto. Al otro día fui a casa de (Yisel) Filiú, buscamos la cámara en mi carro y le pedí una entrevista para desmentirlo… Yo le ponía mucho interés cuando jugaba contra sus equipos en la Nacional. A veces en la Serie uno va a jugar sin tanto interés, sin televisión, nada, un día más. Pero hay momentos que uno le pone más ganas, televisión en el estadio, el rival.
»Una vez me pidió para Matanzas y yo fui por cumplir con lo que estaba establecido. Me sorprendió su pedido. Jugué allí, me sentí bien con los muchachos pero no terminé la temporada, me fui porque ya no estaba sintiéndome tan bien. Luego me llamó para el playoff y le dije que no.
»Aquí en Miami nosotros compartimos a veces en casa de Olivera. Esto mismo que estoy contando se lo he dicho a él personalmente en varias ocasiones. Incluso hace unos días me dijo: “Tato, yo no me porté bien contigo y tú eres una gran persona. Lo que no hice contigo lo voy a hacer con tu hijo.” Te confieso, él no es un tipo de persona que pida perdón ni acepte errores. Yo no le guardo rencor, compartimos mucho, incluso las familias juntas.
»Una cosa importante, muchas personas pensarán: “lo dice ahora que ya no está en Cuba”. No, yo lo decía allá también, a Higinio, Víctor, en las entrevistas. Los periodistas siempre cortaban la parte donde yo lo decía, lo editaban.
Higinio Vélez
-Para el Clásico de 2009 yo estaba dentro del equipo por la mañana, en la noche ya no estaba. No sé qué hizo Higinio para que yo no estuviera. Entonces decidí irme para mi casa. Pero Tony, el hijo de Fidel (Castro) nos llamó a Pacheco, Kindelán y a mí. Nos dijo: “ustedes se van con nosotros” para México y Estados Unidos. A Higinio no le dio la gana de ponerme a jugar.
»Pacheco debió ser el director de aquel equipo. No sé qué hizo Higinio que aún siendo jefe se puso de director. Habíamos ganado 3 campeonatos nacionales, además hicimos un gran torneo en Beijing. Precisamente en la Olimpiada, Higinio quería que pusieran a Malleta, porque como es de La Habana tenía que jugar.
Pelotazos
-El primero fue en 2005 durante la postemporada por Luis Borroto. Creo que no fue intencional. Me estaba tirando mucho rompimiento afuera y luego intentó sorprenderme con la recta por dentro, no me dio tiempo a quitarme.
»Cuando llegué al hospital le pregunté al médico si podría estar listo para la final. No parecía posible pero me recuperé y estuve. Ese era uno de mis sueños, ganar un título nacional en el terreno.
»El segundo no tuve fractura pero psicológicamente me afectó más. Llegó el momento que me puse un poco agresivo cuando me pegaban la bola. Era algo anormal, nunca he sido así. A mí si me dan un bolazo me voy para primera y ya.
¿Por qué el 88?
-Lo usé por Albert Belle el de Grandes Ligas. Él jugaba en los Orioles, lo hacía en los jardines, teníamos un somatotipo parecido y los apellidos son similares, además me gustó el 88. Pedí ese número en los juveniles y lo usé casi siempre en mi carrera. Le puse Albert a mi hijo en honor a él. Aunque mis más grandes ídolos de MLB son Derek Jeter y Alex Rodríguez.
Salida de Cuba
-Yo nunca quise “desertar”, en China hubo posibilidades pero no quería. Llegué a decirle al de la Seguridad del Estado: “el que se quiera quedar lo va a hacer estés tú o no en esa puerta, cuando yo quiera quedarme me quedo, no me presiones más ni estés abriendo la puerta sin tocar”. Se dedicaban a hacer eso.
»Un día tomé la decisión. Se tardaron 4 meses para darme mi pasaporte. Luego fui a México hasta que me reuní con mis familiares, pero todo de forma legal. Temía irme ilegal y que tomaran represalia conmigo y con mi familia en Cuba.
Grandes Ligas
-El que te diga que no quiere jugar Grandes Ligas te está mintiendo. Cualquier pelotero del mundo lo desea.
»Si cuando estaba joven hubiese habido la posibilidad de salir de Cuba como ahora, lo habría hecho. Cuando pude sabía que era tarde para pensar en MLB. Con más de 30 años es imposible.
»Pude firmar con los Rangers de Texas y tener la experiencia de jugar AA. Allí hay muchísimo talento, nada que ver con la Serie Nacional. Me adapté, me sentí bien. Hubo la posibilidad de que me subieran, pero ellos priorizan a los jóvenes talentos.
Rusney Castillo
-Rusney y yo nos estábamos eliminando en un Equipo Cuba. Él le estaba cayendo mal a mucha gente por el simple hecho de darle líneas a todo el mundo. Yo le aconsejé: “Ve a ver a Tony (Castro) y cuéntale lo que está pasando”. Yo pasé por eso mismo, la Seguridad del Estado llegó hasta a buscarme en mi casa.
Héctor Olivera
-En Santiago nosotros no salíamos juntos ni nada, él tiene una forma de ser distinta a la mía. Solo nos veíamos en el hotel, el terreno o rara vez fuera. Cuando llegamos aquí (Miami) entablamos una amistad. Hoy somos grandes amigos. Cuando hay eventos vamos a su casa toda la familia o la de él a la mía.
»Lo respeto mucho y le estoy muy agradecido por todo el apoyo. Él ha ayudado a muchas personas, incluso algunas que ni conoce.
Lanzador más difícil
–Yulexis Ulacia, ese tipo de pitcheo era un poco difícil.
Dejamos a sus disposición las palabras íntegras del jardinero santiaguero. Agradecemos una vez más a los muchachos del grupo de Facebook Avispas Rojinegras por su colaboración.