ENTREVISTA Jeison Martínez sobre César Prieto: “Él es loco así”

Por Andy Lans / @DeportesAndy Andaba en su punto de ebullición la edición 60 de la Serie Nacional del béisbol cubano cuando el intermedista Jeison Martínez tomó la decisión de salir del país en busca de un porvenir en Grandes Ligas. Jeison compilaba para .365/.436/.528 después de 315 comparecencias en el campeonato. A ello sumaba […]

Por Andy Lans / @DeportesAndy

Andaba en su punto de ebullición la edición 60 de la Serie Nacional del béisbol cubano cuando el intermedista Jeison Martínez tomó la decisión de salir del país en busca de un porvenir en Grandes Ligas. Jeison compilaba para .365/.436/.528 después de 315 comparecencias en el campeonato.

A ello sumaba un despertar en su poder basado en 26 extrabases, de los cuales, siete le sirvieron para dar la vuelta al cuadro. Anotó 68 carreras en la justa y recibió 32 boletos, sin embargo, quizá pudo intentar más el robo de bases si tenemos en cuenta que llegó safe a las almohadillas en cinco de sus siete intentos de estafa.

El guantanamero de nacimiento y mayabequense de corazón, permanece en República Dominicana a la espera de la ansiada rúbrica. El representado por Andy Mota y Wasserman Baseball es de los prospectos internacionales más prometedores del mercado.

“Comencé en la pelota a los nueve años en un pueblito llamado San Justo, de la provincia Guantánamo. A esa edad participé en mi primer torneo nacional. Después, nos fuimos a Mayabeque. Al principio vivíamos en una zona donde no se jugaba mucho béisbol, pero después nos mudamos a Santa Cruz del Norte. Allí comencé a practicar todos los días. Ver a mi hermano entrenar me motivó desde chiquito. Mi primer campeonato nacional con Mayabeque fue en la categoría de 13-14 años” relata Jeison Martínez en exclusiva para SwingCompleto.

Tu ídolo.

—Tuve por ídolo a Eduardo Paret. Me gustaba su forma de jugar. Se entregaba al 120%. Como decía Carlos Tabares, dejaba la piel en el terreno, y a pesar de su baja estatura, Paret logró cosas increíbles.

Jeison llegó a la Serie Nacional en la campaña 2017-18 tras formar parte de la Preselección Nacional Juvenil. En 116 encuentros y 364 incursiones al rectángulo ofensivo con los Huracanes de Mayabeque, el bateador derecho de 5’8 pies de altura pegó para .345/.416/.506 en clásicos cubanos con ocho jonrones y 53 traídos al plato.

En la Serie Nacional 60 das el salto de calidad ¿A qué se debió?

—En esa Serie tuve la oportunidad de jugar a diario. Gracias a Dios, empezaron a salir las cosas. No fue que me preparara de forma especial para esa temporada. Entrené como siempre, con amor y entrega. Mi padre y mi hermano me han dicho toda la vida que nací para el béisbol, de ahí mi dedicación.

¿Qué papel jugó Michael González durante tu último curso en Cuba?

—Michael es una excelente persona y un magnífico director. Se acerca a los peloteros en los malos momentos para ponerles transmitirles confianza. Tengo la mejor opinión de él. Ha guiado a los Huracanes por el camino correcto.

Intermedistas como César Prieto y Santiago Torres también brillaron en esa Serie Nacional 2020-21 ¿Cómo influyó en Jeison esa competencia en la misma posición?

—Recuerdo que también Humberto Bravo discutió el liderazgo en average. Santiaguito, César y yo pujábamos por las carreras anotadas. Fue una competencia sana. Uno quería demostrar más que el otro. Eso te obliga a esforzarte más.

››Con César reforcé a Villa Clara en un Campeonato Sub 18. Salimos campeones. Compartimos la habitación. Es un pelotero de mucha chispa, metido en el juego. Cuando me enfrentaba a él, nos decíamos cosas o nos tirábamos duro en las bases, pero siempre nos abrazábamos al terminar el juego e incluso nos escribimos.

››Santiaguito se parece a César en la forma de jugar. Se desvive por lo que hace. Tuve la oportunidad de hablar con él en el Juego de las Estrellas.

¿Alguna anécdota en particular con César o Santiago Torres?

—En mi segunda Serie Nacional Sub 23, enfrentamos a Cienfuegos en Güines. César sacó rolling al short stop en su primer turno, hice la asistencia con Rangel Ramos y le pusimos out. Enseguida empezó a meterse con el pitcher. Nuestro capitán Jorge Alexis Martínez intervino porque César dijo cosas fuertes que exacerbaron los ánimos. Le dije a Jorge Alexis: “Tranquilo que él es loco así. Esa es su forma. No cojas lucha”. En su siguiente turno César dio jonrón. Al pasar por segunda base me exclama: “¡Te dije que si me la tiraban ahí no me van a sacar out!”

Martínez, ahora de 22 años, sobresalió en su última lid cubana por un bateo oportuno. Sonó para .394 en 135 idas al cajón de bateo con corredores en bases. Disparó 13 extrabases en dicha situación, entre los que destacan cinco cuadrangulares. Eso sin contar que en las filas de los Huracanes solo Dennis Laza y Yasniel González superaron las 10 veces que trajo empate o ventaja.

¿Qué hecho te demostró que no podrías seguir tu carrera en Cuba?
—No hubo una gota que colmó el vaso. Simplemente vi el nivel de Grandes Ligas y quise tratar de medirme con los mejores del mundo. Uno quiere llevar allí lo que sabe, lo que puede hacer en un terreno de pelota.

Háblame de las exhibiciones que has realizado y tu progreso en suelo dominicano.

—En República Dominicana tengo la posibilidad de hacer lo que me gusta, con unas metas bien claras. A pesar de estar lejos de la familia, siento que tengo el sueño más cerca. He notado una gran mejoría en mi defensa. Aquí entrenamos con un enfoque abismal en el plano físico. Realicé un showcase al que asistieron alrededor de 15 o 20 equipos. Me desempeñé bien, pero desconozco el resto de los detalles. La negociación queda en manos de los agentes. No obstante, con la ayuda de Dios se abre el camino.

Tu opinión sobre la recién creada Asociación de Peloteros Cubanos Profesionales.

—Ha sido una idea excelente que permitirá ver a los peloteros cubanos del máximo nivel representando a nuestro país. Sería todo un show. Era necesario porque todos queremos que ellos devuelvan a nuestra Cuba al lugar que le corresponde en el béisbol.

Nadie dudó que el bregar de Jeison Martínez en República Dominicana sería complicado. Sin embargo, desde su partida, sabemos que su calidad en el diamante no pasará inadvertida. Mientras tanto, el niño de San Justo trabaja día a día. No quita el ojo a sus Huracanes mayabequenses. De vez en cuando, la coincidencia con un estelar del Big Show le propicia una foto como la que me envía junto a Robinson Canó.

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