ENTREVISTA Lerys Aguilera: «En Holguín tuve que aguantar y callar muchas humillaciones»

Kiara Gonzalez

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Por Boris Luis Cabrera    Muchos aficionados se alegraron cuando se conoció la noticia que Lerys Aguilera retornaba a las Series Nacionales. “El mulo de Levisa”, como muchos lo conocen, había jugado su última temporada en Cuba en 2014 y luego había abandonado ilegalmente el país como tantos otros de su generación, en busca de…

Por Boris Luis Cabrera

   Muchos aficionados se alegraron cuando se conoció la noticia que Lerys Aguilera retornaba a las Series Nacionales. “El mulo de Levisa”, como muchos lo conocen, había jugado su última temporada en Cuba en 2014 y luego había abandonado ilegalmente el país como tantos otros de su generación, en busca de materializar sus sueños de jugar béisbol profesional.

   Con varios récords provinciales en su bitácora y unas muñecas poderosas, salió cargado de esperanzas detrás de los cantos de sirenas y vivió momentos muy duros por tierras dominicanas, al dejar su futuro en manos inescrupulosas.

   Nunca Aguilera perdió la fe en su Dios y un día en medio de la tormenta apareció una tabla de salvación: un contrato para jugar en la Liga Profesional de Nicaragua que lo trajo de regreso al mundo beisbolero y más tarde lo transportaría a la Liga Italiana.

   Durante todo ese periplo, varias veces El Mulo expresó sus pretensiones de regresar a Cuba y volver a vestir los colores de su amada tierra holguinera, hasta que después de cinco años de su partida, esos deseos se hicieron realidad y salió al terreno como un cachorro más en la pasada campaña.

   Sin embargo, la experiencia vivida dentro de la Serie Nacional no fue para nada positiva y pasó a engrosar el listado de las amargas decepciones de su vida.

   «Lamentablemente terminé el año pasado muy, pero muy decepcionado en Holguín. Yo quería disfrutar el momento, compartir con los compañeros que quedaban de esos buenos años anteriores: Paumier, Manduley, Cáceres, Santiesteban, y conocer y disfrutar con los muchachos nuevos, pero no se pudo. Fue duro, fue muy difícil, eso me chocó y me apagó por completo», confiesa a SwingCompleto.

   Los que conocen a Lerys Aguilera saben de su calidad humana. No es hombre de chismes ni de hacer comentarios malintencionados, mucho menos le gusta el escándalo y enarbola el respeto como algo intangible de nuestra raza. Habló con nosotros con mucho dolor porque ya era imposible detener las palabras que se movían inquietas por su garganta.

¿Cuál es el motivo de esa decepción?

   -Mi problema es con el director Noelvis González y con su coach de banca. Hermano, yo me preguntaba cómo puede ser posible que después de tantos años jugando pelota yo haya tenido que aguantar y callar tantas humillaciones. Algunas de ellas no fueron directamente conmigo, pero no puede ser posible que para dirigir a un grupo de hombres tengas que humillarlos en vez de motivarlos y tener una actitud de liderazgo.

¿Te enfrentaste a él en alguna oportunidad?

   -Lo que hice fue quedarme callado y sufrir. Desde que vi que estaba bateando 300 y comenzó a sentarme sabía que esto era un desastre.

   »Traté de disfrutarlo lo mejor que pude, de ser un entrenador más por mis años de experiencia y ayudar a todos los muchachos que podía, incluso aún ahora desde la distancia, gracias al señor puedo seguir haciéndolo. Muchos me escriben, me mandan videos de lo que están haciendo, y yo le mando videos que descargo acá, los aconsejo y eso me hace sentirme agradecido y realizado.

Los Cachorros tendrán una nueva dirección para la próxima serie. ¿Algún problema con ellos?

   -Ese cuerpo directivo que va a tener Holguín este año lo conozco bien, porque estuve con varios de ellos hasta en la EIDE. Con esa gente no tengo ningún problema, todo lo contrario.

¿Entonces es posible que regreses a jugar este año?

   -No creo vaya a jugar, por ahora no. Estoy aquí en Nicaragua desde diciembre. Cuando terminó la serie vine para acá y estoy aquí trabajando como entrenador con uno de los equipos de la Liga Nacional gracias al Señor.

   »La verdad eso fue un impulso para buscar otros horizontes y ahora mismo no sé si pueda volver a jugar. Estoy de coach de primera y entrenador de bateo y esta es la manera que tengo de poder proveer a mi familia porque allá no podía hacerlo. La verdad es que no quería jugar solo por un año pero las cosas se complicaron y hay que seguir adelante.

   En doce campañas en Cuba, Aguilera sacó 111 pelotas del parque, remolcó 459 carreras y dejó una línea ofensiva de 269/333/433 y en dos oportunidades conectó más de 20 cuadrangulares en una temporada.

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