ENTREVISTA Marlon Pijuán: “Hay que hacer del deporte cubano un espectáculo”

Daniel De Malas Andreu

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Por Andy Lans / @DeportesAndy

Tocan la puerta en casa de Pánfilo. Entra Leopoldino para intercambiar con el dueño de la morada y el joven Isidoro. Al directivo le han asignado la tarea de organizar un evento deportivo, y, aunque el Leopol no conoce nada sobre el tema, depositan toda la confianza en él porque es un “cuadro confiable”. A Isidoro le extraña la propuesta de un “Letrero de Boxeo” por parte de Leopoldino. El hijo de Consuelo sabe perfectamente que una secuencia de varias peleas se denomina cartel en el argot del pugilismo. Luego, Pánfilo le pregunta a Isi por su peso, el cual resulta ser pluma. Pánfilo teme que Isidoro lo tome como una burla a su homosexualidad, pero una vez más, Isidoro demuestra que conoce las distintas divisiones boxísticas y no se ofende.

La escena descrita corresponde al capítulo La Gran Pelea del gustado humorístico cubano Vivir Del Cuento, y como en otras entregas, Isidoro rompe con determinados esquemas en los que la sociedad suele encerrar al hombre gay.

“En el caso de Isidoro, llega a salir en un capítulo como pelotero. Creo que como sociedad tenemos que romper ciertos estereotipos. Si a mí me gusta el helado y me gusta el fútbol, da igual si soy gay, lesbiana o heterosexual. No debemos juzgar el gusto y el conocimiento del deporte por la preferencia sexual. Eso está contemplado en Isidoro, un joven cubano, estudioso, que trata de ser ejemplo y que le gusta mantenerse atlético,” nos comenta Marlon Pijuán, intérprete del personaje, en exclusiva para SwingCompleto.

Marlon dio sus primeros pasos en el mundo artístico a través del proyecto infantil La Colmenita y el Coro Solfa. Ha conducido espacios televisivos como Sonando en Cuba, La Colmena TV y Desde el Estudio. En el cine, debutó con la película Cuba Libre, después, fungió como director de casting en Sergio & Sergei.

¿En tu infancia repleta de cultura hubo tiempo para practicar deporte?

«Al empezar desde muy pequeño en el arte, no tuve mucho tiempo para el deporte. Pero como soy de La Habana Vieja, me encantaba mataperrear. Cuando cogía la guagua de regreso con mi mamá, corría para llegar a la casa antes que ella y tener un poco de tiempo para jugar. Siempre me quise apuntar en pelota o algo parecido, mas nunca pude. Creo que soy un deportista frustrado a la enésima potencia (sonríe).

Tu deporte y equipo favorito.

Mi deporte favorito es el béisbol. A pesar del bajón de la Serie Nacional, pienso que no hay nada como gritar un hit de Industriales en el Latino. Soy industrialista a muerte, de los que sufre, de los que se enfada en el estadio, de los que desesperan por los errores. En realidad, lo disfruto mucho. En cuanto al fútbol, vivo con mucha intensidad los partidos del Real Madrid; aunque con menos pasión que los de Industriales. También me gusta el basket, confieso que puedo ver cualquier deporte sin problema alguno.»

¿La vida de algún deportista te ha inspirado a luchar por alguna meta en la vida?

«Me sorprende que los aficionados veamos tan fácil lo que hace el deportista. Sin importar el contexto o el país donde esté, los atletas tienen que sacrificarse muchísimo. A veces no tienen las condiciones óptimas, por eso admiro tanto a los deportistas cubanos. Respeto ese sacrificio detrás del éxito. Constituye una referencia para todos. Y lo más bonito es notar de cerca que su nivel de humildad es real, eso me convierte en un gran aficionado de Rey Vicente Anglada.»

¿Tienes amistad con algún deportista en especial?

«En los últimos tiempos las redes sociales me han ayudado a intercambiar con ellos. También varios me escriben para felicitarme por mi trabajo, y a partir de ahí, aprovecho para acercarme. Estoy muy conectado con la generación joven que lucha por un espacio tanto en Grandes Ligas como en Industriales. Por ejemplo, me escribo bastante con Pavel Hernández, y a Pedro Álvarez lo conocí hace poco. Le he escrito a otros como César Prieto, Yolbert Sánchez y Yasmany Tomás.»

¿Consideras que en la actualidad el deporte cubano carece de iniciativas culturales que lo conviertan en un verdadero espectáculo?

«Sí, concuerdo totalmente. Creo que debemos evolucionar en el concepto del deporte para volverlo más comercial y hacerlo un espectáculo. La gente necesita divertirse en un juego de pelota de tres horas. Precisamos de más actividades, mejor gastronomía, para que el público se involucre más. Sueño con esa camiseta de Industriales que nunca he podido tener, y del equipo Cuba, solo tengo una.

«Debemos conectar a las personas con lo que sucede en el terreno. Por ejemplo, poner más estadísticas en la pantalla del Latino como el OBP, y otros indicadores del rendimiento. Quisiera ir al estadio, tomarme un refresco y comerme un pan con calidad para que no quede solo en ir a mirar. Hay que abrir la mentalidad para hacer del deporte un show. Vemos en internet y en la televisión a los fans de otros países con sus bufandas apoyando a su equipo. Eso nos falta, para que se llenen los estadios de Cuba y sea una salida de familia.»

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