Por Darien Medina
Con muchas expectativas asomaba la pasada temporada el nombre de Guillermo García en el equipo de Granma, considerado como unos de los mayores prospectos de la provincia, pero el joven apenas pudo hacer galas de sus enormes cualidades.
«Estuve bien al principio y entonces en la cuarta subserie me enfermo de dengue, fue toda una semana y cuando me recuperé no era lo mismo, estaba en cero prácticamente, físicamente no estuve bien. Me pude recuperar al final, en la última subserie contra Ciego de Ávila en la que batee bien, entonces vino el comodín contra Industriales donde conecto mi primer jonrón frente a Andy Rodríguez aquí en Bayamo, pero ya ahí terminó mi primera serie al no lograr la clasificación», cuenta Guillermo a SwingCompleto sobre el amargo recuerdo de su primera temporada en Series Nacionales.
Su llegada al béisbol se produce con seis años, alcanzando en las categorías inferiores un segundo, dos terceros y un cuarto lugar y el título de bateo dentro del 11-12, en estos niveles se desempeñó como jardinero y primera base.
Dentro de la categoría juvenil integró el equipo nacional al Panamericano en Panamá, un plantel que no pudo superar la fase de grupos. «Ese año conecté el único jonrón del equipo Cuba, fui el 4to bate y estuve muy bien, en cuanto a lo negativo hayq ue destacar que teníamos un gran equipo y ni siquiera clasificamos a la segunda ronda. No nos salieron las cosas, pero nunca nos faltaron las ganas y había mucha unidad».
En su accidentada primera temporada apenas acumuló 13 indiscutibles en 58 veces al bate, con cinco carreras anotadas y 13 empujadas y par de extrabases. De este siempre difícil salto de la categoría juvenil a la Serie Nacional, nos comentó.
«Me lo sentí un poco al principio pero fui entrando en ritmo, ya en Panamá nos enfrentamos a un picheo sobre las 97 y 98 millas, ya estaba acostumbrado, al principio sentí presión por lo que dirían de mí respecto al rendimiento, ya he comprobado lo que es la Serie Nacional de verdad, además de que la voy a enfrentar con más confianza en el terreno, siento que voy a dar el salto que todo el mundo espera de mi».
A pesar de las adversas condiciones propiciadas por la COVID-19 Guillermo ha enfrentado de una manera seria la preparación para esta temporada. «El entrenador que más trabajó conmigo fue Ángel Ortega Liens quien estuvo en la serie 50 cuando Granma implantó el record de jonrones en Cuba, fue el director, ha trabajado con Alfredo Despaigne, Yoennis Céspedes y otros jugadores, me ha ayudado mucho con mi técnica para conectar jonrones, además de ser el preparador físico de Despaigne, le envía su plan de entrenamiento a Japón cuando lo necesita».
«Incluso aumenté la masa corporal y bajé la grasa del cuerpo sin bajar de peso que era lo que esperaba de ese trabajo físico que viene desde el inicio de la COVID-19», agrega.
En los cortos días de existencia del acuerdo de la Federación Cubana y la MLB el joven granmense recibió propuesta de Los Ángeles Dodgers y Florida Marlins, no fueron los únicos desde Japón también ha existido acercamiento. «Fueron los Chunichi Dragons pero no llegamos a un pacto porque yo no tuve casi participación en la temporada».
Se convierte este en un nuevo incentivo para que las miradas desde otras latitudes se sigan dirigiendo hacia él por sus condiciones, por ello sus objetivos los sigue teniendo bien claro. «Tengo como meta rendir en el equipo, convertirme en un bateador temible en la caja de bateo, lograr integrar el equipo Cuba sub 23 y de mayores y luego pensar en un contrato en cualquier liga del mundo, hay que ver qué pasa».
A su entender forma parte de una de las nóminas de Granma más completas en los últimos años la que tiene como primer objetivo la clasificación. «Hay mucho talento en los jóvenes, que no existía en años anteriores». Guillermo forma parte de ese talento.